Feijoo invita a retomar el consenso del gallego con el decreto recortado

La Voz DOMINGOS SAMPEDRO | SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Leandro

Dice que no recurrirá al Supremo si la oposición lo apoya, pero el BNG se niega

20 dic 2012 . Actualizado a las 12:08 h.

El correctivo que sufrió la Xunta con las sentencias dictadas por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que enmiendan parcialmente su política lingüística, lo intentó convertir ayer Alberto Núñez Feijoo en una oportunidad para restablecer el consenso sobre el gallego, que se rompió en el 2007. El jefe del Ejecutivo aprovechó ayer una pregunta parlamentaria del BNG para invitar a la oposición a retomar la concordia política utilizando como base la resolución de la máxima autoridad judicial gallega sobre el llamado decreto del plurilingüismo.

Después de que el portavoz del Bloque, Francisco Jorquera, emplazara al Gobierno gallego a rectificar sus «políticas lingüicidas», Feijoo admitió que el TSXG invalidó una parte del decreto plurilingüe, si bien dijo que las resolución «avala o 95 % do texto».

Y ese 95 % es lo que el mandatario autonómico puso sobre la mesa como base de partida para «aparcar as diferenzas» y restablecer el consenso. A cambio, la Xunta no interpondría un recurso de casación ante el Tribunal Supremo contra el fallo del TSXG. «Si vostede está dacordo, eu acepto ese pacto. ¿Si ou non?», inquirió a Jorquera.

Fábula del zorro y la gallina

No obstante, el portavoz del Bloque demoró su respuesta. Después de la gresca vivida en la Cámara a cuenta de las cifras del paro, entretuvo a los presentes con la fábula del zorro y la gallina, comparando al castellano y al gallego «co raposo e a galiña» que habitan el mismo corral. Jorquera pidió protección para la gallina (el gallego), pues entiende que, de lo contrario, «sempre será papada polo raposo» (el castellano), por eso emplazó a poner en marcha una política de discriminación positiva.

Pero sobre la propuesta de pacto lingüístico, el BNG no dijo nada, ni tampoco los demás grupos de la oposición. Jorquera se limitó a poner una condición para retomar el consenso: «Derrogue o decreto da vergoña». Y después ya se verá.

«Se deixamos o decreto dacordo coa sentenza, ¿volveríanse a unir ao consenso?»