Una grabación telefónica, principal prueba contra el acusado de violar a una prostituta en Santiago

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

GALICIA

El imputado alega que fue una relación consentida, pero la mujer llegó ensangrentada, herida y en shock

19 dic 2012 . Actualizado a las 16:34 h.

El juicio contra un vecino de Teo por la violación de una prostituta de un club de alterne de las cercanías de Santiago comenzó hoy en la sección sexta de la Audiencia Provincial. El fiscal ha presentado como prueba fundamental contra el acusado, Javier Domínguez Edreira, una grabación que quedó recogida en un móvil y en la que presuntamente se oye a la víctima en el momento de la agresión sexual.

La agredida estaba llamando a una compañera para informar de la identidad del hombre con el que iba a hacer un servicio fuera del club cuando, según ella misma relató ante el tribunal, el acusado le arrebató el teléfono, sin percatarse de que quedó activa la llamada que se estaba efectuando. Al otro lado estaba una amiga y compañera de trabajo, que tuvo la habilidad de grabar la conversación.

Lo que se escucha en la grabación, que fue reproducida varias veces ante el tribunal, son llantos, quejidos y peticiones desesperadas de la mujer, así como al hombre dándole órdenes en actitud violenta.

El acusado niega los hechos, que ocurrieron el 30 de noviembre del 2011, y asegura que no es su voz la de la grabación. Alega que la relación fue consentida y fruto del acuerdo al que habían llegado previamente, pero lo cierto es que la prostituta fue hallada a poca distancia del club en el que trabajaba, La Caribeña, con las ropas rasgadas, heridas evidentes, ensangrentada y en estado de shock, según relataron a la sala varios policías. Tampoco dio explicación para las lesiones que él mismo presentaba en la cara y en el pecho, algo que la presunta víctima achacó a que «yo también le pegué a él para que me soltara».

A Javier Domínguez Edreira se le acusa además de haber intentado antes llevarse a otra chica en el coche en otro local, el Trópico, pero no lo consiguió porque se habría producido un forcejeo que acabó con la chica colgando de la puerta del copiloto y arrastrada por el suelo.

Ha quedado probado que el vehículo en el que viajaba el acusado presentaba luego problemas en esa puerta, que ya no cerraba y estaba amarrada con una cuerda, a lo que Domínguez Edreira respondió asegurando que fue producto de un golpe contra un muro esa misma noche y no de que hubiese tenido un altercado con ninguna prostituta.

La presunta víctima de la violación compareció evidentemente afectada. Relató que el acusado fue «un salvaje» y que ella se opuso a la relación pero que lo hizo «no por gusto, sino para salir de aquello, para suavizarle y que me dejara en paz y no me matara», declaró.

Escuchó la grabación en la que supuestamente quedó registrada su violación con lágrimas en los ojos y aseguró que los hechos le han afectado gravemente, que está a tratamiento psicológico y que ha dejado la prostitución.

El fiscal solicita 14 años de prisión para Javier Domínguez Edreira, que lleva en la cárcel desde el 30 de noviembre del 2011. Mañana declararán los peritos, entre ellos los médicos forenses que atendieron a la mujer.