Un acusado por un fuego dice que tenía 14 mecheros en el coche porque los colecciona

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Piden diez años de cárcel para él por un incendio que en el 2006 amenazó varias casas en el municipio de Ames

13 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Llevaba catorce mecheros en el coche y latas vacías que olían a gasolina. Varios policías locales vieron su vehículo en el lugar de los hechos e incluso hablaron con él poco antes de que se declarase en Ames (A Coruña) uno de los incendios de la ola que arrasó Galicia en el 2006. Sin embargo, José Ramón Gallego Puente negó ayer ante el tribunal que lo juzga en Santiago haber provocado un fuego en Biduído (Ames) que se extendió hasta Osebe (Teo) y por el que el fiscal le pide diez años de cárcel. Para las garrafas con olor a gasolina argumentó que se quedó sin ella y que una mujer fue a buscársela en esos recipientes a una estación de servicio. Para los encendedores se limitó a decir: «Es que yo colecciono mecheros».

Los hechos ocurrieron el 4 de agosto del 2006 sobre las 15.30 horas. Poco antes, en el entorno de las 14.45, cuatro policías locales que ayer testificaron ante la Audiencia de Santiago coincidieron en situar el coche del acusado, un Renault 19 Chamade blanco con matrícula de Valencia, en una pista muy cerca de donde se ubicaron los dos focos simultáneos del incendio, separados uno de otro por solo 300 metros. Las llamas enseguida se propagaron por el monte, arrasando 170 hectáreas, cercando numerosas casas de aldeas próximas y poniendo en peligro la vida de al menos nueve familias que tuvieron que ser evacuadas. En total, la cifra de desplazados aquella trágica jornada ascendió a cuarenta.

El presunto incendiario admitió en el juicio que aquel día detuvo su vehículo en aquella pista cuando se dirigía a Rianxo, pero dijo que fue entre las 12.30 y las 13 horas y no antes de las 15 horas, cuando se declaró un fuego que aseguró no haber visto hasta que regresó por la tarde a casa. «El humo se veía desde Padrón», declaró.

El fiscal, Antonio Roma, le preguntó que por qué no repostó antes, a lo que Gallego alegó que el chivato que indica el nivel de la gasolina «a veces funcionaba y a veces no». Su versión no coincidió con la de algunos de los testigos. En primer lugar dijo haber hablado el día antes del incendio con el hombre con el que trabajaba de modo informal haciendo repartos. Una conversación laboral que su jefe, con el que ya no tiene relación, declaró que no hubo. En segundo, porque los policías locales lo sitúan en la escena del delito a las 14.45 horas y no antes, como él dijo.

Además de los diez años de prisión, el fiscal ha solicitado una indemnización de 156.596 euros para los vecinos que sufrieron daños en sus propiedades y de 32.222 euros a la Xunta por los gastos derivados de la extinción. El acusado dijo haber estado a tratamiento psiquiátrico e ingresado en el hospital de salud mental de Conxo, «aunque no recuerdo cuándo», apuntó. Juan Ramón Gallego , volverá a sentarse hoy en el banquillo en la segunda y definitiva sesión del juicio, en la que declararán parte de los vecinos que sufrieron las consecuencias de aquel incendio, así como los peritos.