Nueve marineros, atrapados en Vigo al no cobrar sus salarios

Alejandro Martínez VIGO / LA VOZ

GALICIA

Oscar Vazquez

Seis indonesios y tres peruanos no tienen dinero para volver a su país

06 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Los nueve tripulantes de un palangrero de la flota de A Guarda permanecen retenidos en el puerto de Vigo porque el armador no les paga los salarios desde el pasado mes de mayo y no tienen dinero para regresar a sus países de origen.

El capitán permanece con ellos en la embarcación Hemisferio Norte, con bandera portuguesa, y no se encuentra en la misma situación de desamparo porque tiene nacionalidad española y un contrato legal. Los afectados son seis tripulantes indonesios y otros tres peruanos y están esperando para poder cobrar entre todos un total de 20.000 euros. El armador les ha dado algún anticipo, pero aún no han recibido la mayor parte del dinero que les adeuda. Las embajadas de sus países tampoco tienen fondos para financiar la repatriación.

Desde octubre

La embarcación lleva amarrada en el puerto de Vigo desde el pasado 15 de octubre y ya temen que no les quedará más remedio que pasar las Navidades a bordo. Algunos, como Jaime Risco o César Anastasio Villa, necesitan el dinero y regresar urgentemente para ayudar a familiares que se encuentran enfermos en Perú.

Afirman que la vida sin hacer nada en el barco es monótona y que, sin dinero, no tienen más opciones que sentarse a esperar y caminar al locutorio público para no poder dar buenas noticias a sus compatriotas.

El capitán, Mariano Fernández, dice que el armador les visita tres veces por semana y que, por lo menos, no tienen problemas de comida, aunque no tengan muchos alimentos frescos. El empresario busca financiación para pagar lo que adeuda a los marineros y cargar combustible para volver a faenar y recuperar el dinero.

El barco partió de Montevideo el pasado mes de julio y faenó por el hemisferio sur en busca de pez espada, llegando hasta Cabo Verde. Sin embargo, la marea fue muy mala y sufrieron averías. Solo pudieron cargar 56 toneladas de pescado, la mitad de lo que cabe en las bodegas, que desembarcaron en el puerto vigués. Los 140.000 euros que el empresario obtuvo por la venta del pescado en la lonja de Vigo los absorbió el banco para pagar deudas contraídas con proveedores.

La inspectora de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), Luz Baz Abella, trabaja para que puedan cobrar lo más pronto posible. En su opinión, este caso es una muestra de las paupérrimas condiciones de trabajo de los marineros enrolados en barcos de pesca, con contratos de 18 meses de duración, sin ningún tipo de cobertura social y con jornadas continuas sin días de descanso por unos salarios mensuales que rondan los 500 dólares (unos 382 euros). Denuncia que no hay preocupación a nivel nacional ni internacional por la situación de los trabajadores de los pesqueros.