Casimiro se queda sin «casa»

jesús manuel garcía OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

El indigente de Xinzo que vive en un coche y fue condenado a arresto domiciliario ha sido ahora conminado a abandonar el vehículo

04 dic 2012 . Actualizado a las 11:50 h.

El indigente de Xinzo que reside en un todoterreno dentro del campo de la feria, Casimiro Sobrado Fernández, fue advertido por los Servicios Sociales del Concello de que no puede seguir malviviendo de esa manera. Se le propuso que presentase un contrato de alquiler, de forma que durante el tiempo que esté cumpliendo el arresto domiciliario al que fue condenado por no pagar una multa de tráfico el Ayuntamiento limiano le subvencione las cuotas mensuales. Si no, se estudia la alternativa de enviarlo al Fogar do Transeúnte de Ourense.

Sobrado cree que lo quieren expulsar de donde vive y que el Concello no lo quiere ayudar. En Servicios Sociales esperan que lleve un contrato de alquiler. «A ver que facemos. Miramos hostais, un pechou o outro día. En Ourense hai outras alternativas. O primeiro que ten que facer é arranxar o seu problema de alcohol porque non é mal home, é malo para si mesmo», dice su asistente social, Elena Feijoo.

«Eu non me movo de Xinzo, non quero ir para Ourense. A miña vida está aquí», dice Sobrado. «Un amigo díxome que me busca un piso de 200 euros e que me subvenciona 150», añade. Eso mismo le dijeron en el Concello.

Este hombre, que duerme en un Land Rover destartalado y hace vida en la nave ferial de ganado al lado de la perrera municipal, asegura estar tranquilo: «¿Se paso frío? ¡Por iso non hai problema! Unha manta máis, unha chaqueta... ¡o que faga falta! Non penso ir a Ourense», insiste. Su familia vive en Rodeiro, pero prefiere estar solo: «Non é que sexa unha familia mala, pero cada un vai ó seu. Non quero que me veñan buscar. Gústame Xinzo, estou empadroado aquí, teño un cadelo, o Bonito, ó que lle quero moito. El é a miña familia». Sobre echarlo del recinto ferial, desde el Concello se dice que sería lo más fácil desde el primer día. «A el metéuselle na cabeza que o Concello non lle subvenciona un piso. O problema é que ninguén llo quere alquilar», dice Feijoo, que desea que se deje ayudar para salir cuanto antes de la pocilga en la que vive y que en cada feria comparte con el ganado.