El fiscal cree que la familiar se ganó su confianza con tretas, para vaciarle las cuentas

La Voz

GALICIA

22 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La acusación pública está convencida de que la sobrina de la enferma vio el cielo abierto cuando descubrió la cantidad de números que tenían sus cuentas bancarias, aparte de sus propiedades y títulos bancarios, como acciones en distintas empresas. Por eso tejió, según sostiene el fiscal en su escrito de calificación, una maraña de engaños. Comenzó por ganarse su confianza, «haciéndole creer que el resto de los parientes se habían unido para discapacitarla y así quedarse con todos sus bienes». La anciana la creyó. Luego «la convenció de que le permitiese tener firma en sus cuentas bancarias». La enferma también accedió. Y a partir de ahí -siempre según la acusación pública-, la procesada comenzó a retirar dinero todas las semanas. Un día sacaba 2.000 euros y tres días después 100.000. Y así hasta 1,6 millones, que incluyen la venta del edificio en el que vivía la anciana y las acciones en varias entidades.