La firma que recuperó otras 80.000 toneladas las guarda en As Somozas
19 nov 2012 . Actualizado a las 19:27 h.Unas 10.000 toneladas de fuel del Prestige mezcladas con piedras y arenas están almacenadas desde hace siete años en una balsa del Centro de Tratamiento de Residuos Industriales de Galicia (Sogarisa) en el polígono industrial del concello de As Somozas, situado a unos 30 kilómetros de Ferrol. Los responsables de la planta aseguran que todavía no se han tratado por falta de fondos.
Casi tres años después del naufragio, los restos del vertido del Prestige comenzaron a llegar a este centro y allí se procesaron durante los tres años siguientes hasta que se agotó la provisión de fondos para seguir con el trabajo, según aseguran fuentes de Sogarisa, que garantizan que los residuos están depositados en una piscina segura. Los responsables de la compañía también explican que no hay peligro en el hecho de que el fuel lleve almacenado tantos años, pero reconocen que ellos son los primeros interesados en poner fin a una situación que tendría que zanjar la Administración aportando el dinero necesario para finalizar el trabajo.
Los 22,4 millones de euros en los que se presupuestó la recuperación de la carga vertida por el Prestige fueron aportados en su día por el Ministerio de Medio Ambiente y la Xunta, que fue la encargada de la contratación del tratamiento del fuel. Los problemas de financiación comenzaron una vez que Sogarisa trató 80.000 toneladas de residuos del petrolero y aseguró que el contrato suscrito solo abarcaba esta cantidad. Entonces alegó que los residuos resultaron ser muchos más que los presupuestados y, por lo tanto, debía establecerse un nuevo contrato.
11 % de la Xunta
Sogarisa es una empresa participada en un 11 % por la Xunta y que se centra en el tratamiento de residuos industriales peligrosos. Sus responsables recuerdan que se trata de una compañía líder en el noroeste de España y una de las firmas del sector más importantes en este momento.
En el año 1995 se implantaron en el municipio de As Somozas, donde aseguran que cada año hacen un gran esfuerzo por incorporar los elementos y procesos más respetuosos con el medio ambiente.
En cuanto a los lodos que quedan por tratar, detallan que se encuentran en una balsa cuyas paredes se han recubierto de una clase de neopreno especial que hace imposible cualquier escape, porque, además, está sellada. Y añaden que apenas han registrado cambios en los últimos siete años.
Estos residuos llegaron a As Somozas al tiempo que las 80.000 toneladas que sí fueron tratadas. Se trata de una masa negruzca en la que, además de fuel, hay más materiales que, según los expertos, habría que separar y clasificar antes de comenzar una recuperación que tiene como objeto dar una segunda vida a la mayoría del material recogido.