El BNG busca nuevo rostro

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Con el adiós de Guillerme Vázquez, el frente abrirá el debate sucesorio para decidir quién pilotará la renovación

30 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

En contra del criterio defendido por muchos de los que lo respaldaron como portavoz nacional, Guillerme Vázquez decidió el pasado sábado anunciar su adiós y avanzar que en la próxima asamblea -que se celebraría antes del verano - no repetirá en la candidatura. Un paso que lo coloca a él y a la organización en una situación de interinidad que fijará los focos sobre el frente, al menos hasta la asamblea. Precisamente, lo que más temía la Unión do Povo Galego (UPG), partidaria de emprender el nuevo camino de la regeneración de la manera más silenciosa posible.

Si por él fuera, Guillerme Vázquez habría dimitido el sábado para asumir sus responsabilidades políticas. Pero hubiera abocado al Bloque a la convocatoria inminente de un cónclave. Y las prisas, en ocasiones, son muy malas consejeras. Más allá de lo ocurrido en la inmediata y pesada resaca poselectoral, el paso dado por Vázquez abre, inevitablemente, un debate sucesorio que no ha arrancado de manera oficial, aunque comiencen las conjeturas en los corrillos.

Dada la situación del frente, recién salido de una ruptura, parece claro que la asamblea extraordinaria que el Bloque celebrará antes del verano será una cita para escenificar la unidad y para presentar ante la sociedad una propuesta de consenso. Así que la UPG, el Movemento Galego ao Socialismo (MGS) y Abrente, único contrapeso interno al partido mayoritario, deberán ponerse de acuerdo en los meses previos. Y aquí surge la primera duda, de si la UPG optará por un perfil teóricamente independiente, válido para todos y que sea capaz de emprender la ardua tarea de unificar el nacionalismo, es decir, de tender puentes con Beiras y los suyos. E incluso con Compromiso por Galicia.

Xavier Vence, por su relación con Beiras, no adscrito a ninguna corriente y por su creciente participación en la estrategia de política económica del frente, podría entrar en la terna sucesoria en los próximos meses. Pero falta por ver si, llegado el caso, optaría por dar un paso que lo alejara de una carrera académica que a él siempre le ha gustado cultivar. El perfil de independiente también lo cumple Carme Adán, muy vinculada a Anxo Quintana durante gran parte de la legislatura del bipartito y que fue basculando después hacia las posiciones de la UPG. Diputada, número dos por Pontevedra, Adán encarna el rostro de una mujer joven, con perfil renovador, pero aunque ha ido ganando peso en la organización, falta por ver qué grado de respaldo real encontraría en la UPG para asumir un rol tan determinante para el futuro del proyecto.

El partido mayoritario cuenta con algunas bazas de peso, como es el caso del actual alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, único bastión de poder urbano que le queda al nacionalismo en Galicia. Y una persona de gran recorrido que está llamada, más pronto que tarde, a cerrar un ciclo vinculado a la vida política municipal. Otro tanto podría decirse del actual regidor de Allariz, Francisco García.

Reto complejo

Pero a todos estos nombres podrían sumarse otros. Después de ocupar la portavocía del grupo parlamentario del BNG la pasada legislatura, Ana Pontón ha sido otra de las figuras emergentes en la organización frentista. Abrente, corriente liderada por Carlos Aymerich, cuenta entre sus filas con algunos alcaldes jóvenes, bien valorados, que también podrían dar el salto. Pero más allá del desenlace de este debate que se abrirá los próximos meses, lo que sí parece claro es que el BNG afronta un proceso muy difícil al no estar precisamente sobrado de líderes con la capacidad y la proyección para enderezar el rumbo en un momento tan crucial para el futuro político del nacionalismo.