Cómo no caer en las redes del «phishing»

Marcus Fernández

GALICIA

25 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

a picaresca no nos resulta ajena y, al igual que no confiamos ciegamente en cualquier persona que nos cruzamos por la calle o que llama a nuestra puerta, en Internet deberíamos ser igual de prudentes y usar el sentido común. Al igual que en el mundo real sigue habiendo quien caiga en timos muy conocidos, en la Red las estafas también tienden a ser clásicas. Las podemos evitar. Lo primero es adoptar algunas medidas de seguridad automáticas (aplicaciones anti-malware y utilizar software legal y actualizado). Pero de nada sirve poner barreras si luego el elemento humano falla, y aquí es donde debemos extremar las precauciones con medidas como: nunca acceder a plataformas de comercio o banda electrónica a través de enlaces incluidos en un e-mail (pueden llevarnos a donde no deben), no facilitar información personal por teléfono o Internet a entidades que ya deberían saber esos datos (como un banco), fijarnos siempre en que la dirección de las páginas a las que accedemos es lo que dicen (en la barra del navegador se suele destacar en color negro el dominio al que estamos accediendo y si es seguro) y, siempre que sea posible, configurar nuestras cuentas con el mayor nivel de seguridad (por ejemplo, identificarnos por dos métodos distintos como contraseña y SMS) lo que dificultará que usurpen nuestra identidad. Estas medidas pueden parecer una molestia, pero también es complicado meter la llave en la cerradura y no por ello dejamos la puerta de casa abierta.

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