Los cobradores de la AP-9 advierten de fallos en el pago automático

Carlos Punzón
carlos punzón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Los fallos de las máquinas de cobro ralentizan el tráfico y obligan a los vehículos a circular marcha atrás. En la imagen, el peaje de Teo.
Los fallos de las máquinas de cobro ralentizan el tráfico y obligan a los vehículos a circular marcha atrás. En la imagen, el peaje de Teo. xoán a. soler < / span>

Las cabinas de monedas tienen errores de tarifa y devolución de cambio

29 sep 2012 . Actualizado a las 14:44 h.

La progresiva implantación de cabinas de abono automático en la Autopista del Atlántico está multiplicando los problemas de cobros en los peajes del vial. Según ponen de manifiesto los representantes de los trabajadores de Audasa, todos los días se suceden casos de errónea clasificación de vehículos, cobrando por encima del precio de la tarifa estipulada para ligeros tipo monovolumen que se les aplica precio de primera categoría, o se producen errores en la devolución del cambio, que según los trabajadores de las cabinas de peaje, suelen pasar desapercibidas para la mayoría de los usuarios.

Peajes como el de Cecebre, en A Coruña han llegado a registrar esta misma semana jornadas en las que los problemas generados, fundamentalmente, por los fallos de las máquinas de cobro automático de los peajes han generado listados con los que se han completado entre seis y ocho hojas de parte de incidencias.

Llamada de atención

Los empleados de Audasa, que recomiendan a los conductores que vigilen tanto la tarifa cobrada en los puestos automáticos como el cambio recibido de las máquinas, culpan a la empresa de haber incrementado el desconcierto en el usuario al no identificar suficientemente dichos pasos, ni tampoco advertir convenientemente de que los cajeros no admiten billetes de más de 20 euros para el pago. «A todo momento se producen atascos porque hay conductores que no saben que se han metido en los carriles de pago automático y no llevan dinero, o se producen problemas con la introducción de los billetes o la devolución del cambio», asegura Tano Guerra, representante de los trabajadores de Audasa en la CIG. Este periódico no tuvo contestación de Itínere sobre este asunto

Según los testimonios recogidos por los cobradores, «hasta los vehículos de la Guardia Civil y otros con autorización de paso encuentran problemas al meterse sin darse cuenta en el carril de pago automático, cuando están obligados a pasar por los que cuentan con operario para consignar su paso». Esas situaciones suelen generar tapones circulatorios al retroceder los vehículos para tomar otro carril con cobrador. La normativa de tráfico prohíbe expresamente sin embargo circular marcha atrás en las autopistas, incluidas las áreas de cobro, «y los conductores que lo hagan pueden ser multados si son vistos por agentes de la Guardia Civil», advierte Guerra.

Los peajistas, como así se autodenominan los empleados de las cabinas de peaje, señalan que los problemas se han multiplicado este pasado verano, especialmente en las salidas con un único cobrador. Estos tienen que atender desde un solo puesto los vehículos de ambos sentidos y las incidencias que se produzcan en los pasos con cobro automático y en los de telepeaje.

«Si hay algún problema tienen que salir de la cabina y resolverlo, dejando de atender al resto del tráfico, lo que está incrementando el estrés de los trabajadores y están creciendo las bajas muy por encima de otras épocas», afirman los representantes de los empleados de la concesionaria de la AP-9.

Casi cien empleados menos

Las centrales sindicales aseguran que la política laboral del Audasa, que ha pasado de 336 empleados en el 2007 a 248 en el 2012, está incidiendo en la generación de colapsos en las salidas secundarias o cuando se producen incrementos de tráfico por regreso de las playas, acontecimientos diversos o festivos en Portugal. «Los gestores de la autopista no conocen el país y no prevén posibles puntas en el volumen de usuarios», apunta Guerra, que asegura que los trabajadores temen que si toda la empresa pasa a manos de Citi Group, el fondo americano de inversiones que ya cuenta con el 54 % de la sociedad, las inversiones en el mantenimiento del vial se frenen, al igual que en la contratación de personal.

Los representantes de los empleados reclaman a Fomento que vigile dicha posibilidad así como las deficiencias.

Audasa prevé recaudar entre el 2011 y el 2048, año de conclusión de su concesión, 9.561 millones en el cobro de peajes en la AP-9, calculando además que gastará 153 millones en inversiones en el vial y 1.680 en gastos financieros.