«Soy moneda de cambio. Había que tener un concello del PP»

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

GUSTAVO RIVAS

El exregidor admite que recibió de Vendex una caja de vino por Navidad

28 sep 2012 . Actualizado a las 14:47 h.

«Tranquilo», pero «decaído». Así se siente Adolfo Gacio Vázquez (Boqueixón, 1954) después de su detención e imputación por prevaricación y cohecho en la operación Pokémon. Es hasta ahora el único político del Partido Popular implicado en la presunta trama de adjudicaciones corruptas al grupo Vendex. Él cree que lo han metido en este tema «como moneda de cambio de Boqueixón por Ourense» porque «había que tener un concello del PP» para que el caso no pareciese una politización de la campaña.

-Prevaricación y cohecho. Le atribuyen delitos graves...

-Prevaricar es dictar una resolución a sabiendas de que es injusta. Yo no lo hice, porque era alcalde pero no estaba en la mesa de contratación que adjudicó el contrato de servicio en el hogar [a Vendex]. Sí estaban los dos ediles de la oposición. Se le dio a la mejor oferta con diferencia, que era Sermasa. Se presentaron trece empresas y no hubo ninguna reclamación. El cohecho es dictar una resolución injusta a cambio de algo. No dicté resolución alguna, por lo que no tengo por qué recibir nada a cambio.

-Lo acusan de mediar ante otros concellos en favor de Sermasa.

-Falso. Es imposible que haya grabaciones sobre eso porque es una falsedad absoluta.

-Quizás usted simplemente haya valorado de forma positiva la empresa ante otros, ¿no?

-No, es que ni eso, de verdad. No tenía relación directa con ellos.

-¿Cómo conoció a Sermasa?

-A través del delegado de Santiago, Alberto Quintana Vilarelle [también detenido e imputado], porque está metido en el fútbol de veteranos y en Boqueixón tenemos tres equipos. Alguna vez lo había visto y hace ya seis años llegó al Ayuntamiento con una propuesta.

-¿Conoce a otros imputados?

-Solo conozco a José María Tutor. Comí con él una sola vez.

-Entonces, ¿la operación es un bluf?

-No, no, yo estoy convencido de que hay algo. Eso está claro. Están saliendo cosas muy duras y muy concretas.

-Pero insiste en su inocencia.

-Sí. Yo estoy al margen de todo eso. Hay dos llamadas entre Alberto Quintana y yo y, sí, también recibí una caja de vino por Navidad. Nada más.

-¿Ese es el delito?

-Debe de ser delito, pero si eso es delito, todos prevaricamos todos los días. Pero en la vida normal, no solo en la vida política. Si te piden un favor, ya es prevaricar. Mi abogado me decía que él también a veces les regala una caja de bombones a los funcionarios del juzgado para que le traten algún expediente y eso también debe de ser delito. Delito debe de ser todo.