Trasladan a los dos presos que atacaron a funcionarios de A Lama

Alfredo López Penide
L. Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

Esta medida conlleva su paso a la situación de primer grado, que conlleva medidas de vigilancia y seguridad más restrictivas

11 ago 2012 . Actualizado a las 05:44 h.

Instituciones Penitenciarias confirmó ayer que los dos reclusos que agredieron a funcionarios de la cárcel de A Lama ya han sido trasladados a otros centros penitenciarios. Esta medida conlleva, asimismo, su paso a la situación de primer grado, reservado para aquellos internos de reconocida peligrosidad o que muestren una falta de adaptación a la vida entre rejas. Entre otras cosas, los presos verán limitadas a unas horas su posibilidad de abandonar la celda, algo que solo podrán hacer, al parecer, para llevar a cabo actividades de la prisión. Las fuentes consultadas señalan que las propias directrices de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, establecen que cada tres meses «como máximo» se revisará esta clasificación.

Vigilancia especial

Además, los de primer grado son internos sometidos a unas medidas de vigilancia y seguridad más restrictivas. De hecho, incluso, se prevé que puedan ser desnudados totalmente si existen sospechas de que pueden ocultar algún objeto.

No fueron estas las únicas medidas adoptadas por Instituciones Penitenciarias con respecto a los dos reclusos. De hecho, ya confirmó que se han interpuesto sendas denuncias ante el juzgado de guardia de Pontevedra para que dirima las posibles responsabilidades penales de los internos.

En cualquier caso, desde la Administración central se calificaron ambos sucesos como «hechos puntuales» y se remarcó la circunstancia de que habían coincidido en el tiempo. En todo caso, precisaron que finalmente se ha podido comprobar que las lesiones padecidas por los tres funcionarios «no revisten gravedad».

El primero de los ataques se produjo el domingo cuando un reo ingresado en aislamiento agredió a dos trabajadores penitenciarios. Ambos permanecen de baja. Sin embargo, fue el lunes cuando se produjo la agresión más grave, la que terminó con un empleado público hospitalizado. Desde la Administración penitenciaria se afirmó que ambos presos mostraron «una reacción imprevisible».