El Consello de Contas llama a racionalizar las urgencias médicas para evitar colapsos

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Destaca que los hospitales carecen de áreas para enfermos críticos y que se abusa de las pruebas diagnósticas

04 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las unidades hospilarias de urgencias atienden a un promedio de 3.035 personas al día, tomando como referencia los datos del 2010, lo que convierte este servicio en uno de los mejor valorados por la ciudadanía por su alta capacidad resolutiva. Así lo refleja el Consello de Contas, el órgano que fiscaliza las cuentas públicas y que en su informe anual del 2011 llama a «racionalizar» las urgencias hospitalarias para evitar colapsos, disfunciones y esperas excesivas.

El ente fiscalizador analizó pormenorizadamente el funcionamiento de urgencias en los hospitales de Santiago, A Coruña, Pontevedra, Monforte y Valdeorras a lo largo del año 2010, concluyendo que es necesario elaborar un plan para ordenar los recursos atención urgente, pero también aumentando la capacidad resolutiva de los servicios de atención primaria y los Puntos de Atención Continuada (PAC). Contas entiende que buena parte de los pacientes que acaban en urgencias en un hospital debido a la «elevada accesibilidade» de estos servicios, podrían ser atendidos debidamente en un centro de salud de proximidad.

Accesos diferenciados

En el caso concreto del CHUAC coruñés, por ejemplo, detalla el informe que las principales «deficiencias» del servicio se deben a la «inexistencia dun acceso diferenciado» para pacientes críticos, la larga distancia a la sala de radiodiagnóstico o la precaria dimensión de algunas áreas, lo que provoca «situacións de conxestión, amoreamento e dificultades na circulación».

Mucho más crítico es el documento con el CHOP pontevedrés, al reflejar que la unidad de urgencias resulta «pouco eficiente e adaptada ao proceso asistencial». También pone en duda en este hospital que la información a pacientes y familias fluya con la debida «confidencialidade» y destaca que hay un «déficit» de personal que sería preciso resolver.

Y es que las «deficiencias» que, según el Consello de Contas, se producen en en la confidencialidad de la información a pacientes están más extendidas de lo que podría parecer. En las inspecciones llevadas a cabo también se apreciaron infinidad de errores en las historias clínicas o las identificaciones de los facultativos, así como disfunciones organizativas de todo tipo que contribuyen a la saturación del servicio.

A modo de ejemplo, Contas alude al «elevado número de probas diagnósticas que se realizan» sin una debida planificación que evite las disfunciones, lo que contribuye a generar situaciones de colapso.