Numerosas quejas en el estreno de las nuevas tarifas, un 7,5% más caras
30 jul 2012 . Actualizado a las 23:02 h.El estreno de las nuevas tarifas de peajes en la AP-9 fue acogida con numerosas quejas por parte de los conductores gallegos, que a la subida de precios de un 7,5%, efectivo desde ayer, sumaron nuevamente la denuncia del deficiente servicio que, a juicio de muchos, ofrece la concesionaria Audasa. Algunos, incluso, anunciaron que dejarán de usar la autopista.
Es el caso de Eloy Arufe, que cada vez, dice, usa menos la AP-9. «Me compensa ir por carretera porque al ir a menos velocidad gastas menos combustible y porque no tienes que pagar tantos peajes absurdos». De «animalada» califica la subida que se consumó ayer y calculó que con el equivalente en gasolina al gasto del peaje de Vigo a A Coruña es capaz de circular «casi para un mes». ¿A partir de ahora? «Me olvido de coger la autopista», afirma. Tanto es así, que ya se plantea hasta dejar el coche y apostar por el transporte público, como el tren.
«No vamos a dar abasto»
Sobre las colas en el peaje a la vuelta de las playas, lo resume en una palabra: «vergonzoso». María Otero pedía ayer que los gobernantes realicen de una vez «recortes donde hay dinero» y dejen de presionar «a los pobres», porque «estos recortes afectan siempre a los mismos y a otros nada». Y es que «evito usar la AP-9 porque el peaje ya era bastante» y a partir de ahora «iré por la carretera» también aunque le suponga más tiempo y mayor incomodidad a la hora de conducir. «Es que es subida de una cosa, subida de otra y no vamos a dar abasto». Dispuesta está también a plantearse dejar el coche en casa y utilizar el transporte público, porque «si es por una persona sola te compensa». Y es que «el coche ahora hay que evitar cogerlo, porque es que ya no se puede mantener».
«Es un robo». Así califican Juan Brage y María Jesús Fontao, un matrimonio residente en Narón, la subida de tarifas. Realizan con frecuencia el trayecto entre Cabanas y Fene, que ha subido cinco céntimos, pasando de 75 a 80 céntimos. Ya les parecía cara antes el peaje, ya que no distan más de cuatro kilómetros de un punto a otro, y ahora más. Sin embargo, consideran que aquellos que utilizan la autopista para moverse en trayectos cortos continuarán haciéndolo, «por cuestiones de rapidez y comodidad».
Roberto Paredes conduce un minibús en servicio discrecional. Dice que «a subida é unha barbaridade». Además, teme los «peajes se implanten en las autovías.» Como nolo poñan na autovía, aí sí que aínda vai ser peor», opina. «¿E non vai volver subir outra vez en setiembre?», se queja este profesional.
Beatriz Sotelo que viaja de A Coruña a Pontevedra, afirma que, en la medida de lo posible, usará solo autovías.