«No dejamos a los niños solos», dicen las maestras de la guardería

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

Solo 25 de los 40 pequeños que estaban el lunes acudieron ayer al centro

27 jul 2012 . Actualizado a las 19:18 h.

A Galiña Azul de Betanzos volvió a abrir ayer sus puertas. Hubo lágrimas y muestras de cariño hacia unas maestras que ya estaban allí a las siete de la mañana sin saber cuántos niños acudirían. Fueron 25. El lunes, cuando ocurrió la tragedia, eran 40. Y los padres de diez de los críos que faltaron se pusieron en contacto con la guardería a lo largo de la mañana para dar una explicación de su ausencia, para comunicar al personal su total apoyo y para asegurar que el lunes estarán de nuevo ahí. Ninguna de las cuatro profesoras faltó a su puesto de trabajo. Ni alteraron sus vacaciones. Afirmaron que «ahora, más que nunca», tienen que estar al lado de los niños.

El personal no quiso ocultar absolutamente nada a los padres. Dos de las maestras se fueron reuniendo con ellos a medida que iban llegando con sus hijos para explicarles lo sucedido. Incluso les mostraron su disposición a contestar cualquier pregunta. De esos encuentros, los padres salían con una frase: «Nos aseguraron que nunca dejan a los niños solos».

Se vivieron momentos muy emotivos. Muchas madres salían llorando tras dejar a sus pequeños en la guardería y tras hablar con las monitoras, a quienes la gran mayoría mostraron su total apoyo y cariño. Comentaban algunos que comprendían las acciones que pueda llevar a cabo la familia de la pequeña Cristina, pero a la vez se sentían en la necesidad de dar aliento «a unas maestras que siempre han demostrado su profesionalidad y que hoy [por ayer] lo han vuelto a hacer dándonos todo tipo de explicaciones de cómo ocurrió todo», según uno de los padres.

También se encontraba en el centro una psicóloga. No tanto para atender a las trabajadoras, que también, sino para estar al lado de los niños. No saben lo que pudieron ver el lunes y por eso le preguntó a cada uno de los padres si sus hijos habían comentado algo en casa o habían notado algo extraño. Parece que no. Se trata de menores de tres años y parece que ninguno estaba cerca del lugar del suceso. No obstante, la psicóloga les pidió a los progenitores que en estos días estén atentos por si sienten cualquier alteración en su actitud.

La vuelta a la guardería no fue nada fácil. La presencia de medios de comunicación en las puertas, el anuncio de la familia de Cristina de ir «a por todas» contra el centro, y el reencuentro con los niños y con sus padres supuso una miscelánea de sensaciones y sentimientos que se podían sentir con solo mirar los rostros de los que salían del interior de A Galiña Azul. Pese al estado de ánimo, desde el Consorcio Galego de Benestar se quiso reabrir pronto y no esperar hasta la próxima semana buscando así la normalidad.

La investigación continúa

Simultáneamente a la entrada de los críos a la escuela, dos guardias civiles seguían trabajando en la zona de los hechos. La Policía Judicial de la Guardia Civil de Betanzos y la Inspección de la Xunta continúan con sus pesquisas para esclarecer lo ocurrido sobre la una de la tarde del lunes en la guardería. Ya han hablado con las monitoras. Conocen su versión de los hechos. También conocen, a grandes rasgos, los resultados de la autopsia. Falta el informe definitivo, pero parece claro, tal y como les informaron los forenses, que la muerte le sobrevino por ahogamiento.

Mientras, en Betanzos no se habla de otra cosa desde el lunes. Se comprende a los padres, se entiende que quieran denunciar, pero a la vez también se comprende a las maestras por el duro momento por el que están atravesando.

La familia de la niña fallecida recibe constantes muestras de cariño de sus vecinos. Ayer, por primera vez, los padres de Cristina salieron juntos a la calle. Apenas unos minutos. Pero por su domicilio no cesaron de pasar personas pidiendo a los familiares que los arropan en casa que les transmitan su pésame y dolor por lo ocurrido. María José y Lorenzo, los padres de Cristina, están volcados en sus otros dos hijos.