Municipios como A Lama, que gestiona 1,3 millones, solo podría destinar 7.000 euros anuales a sueldos del alcalde y sus 11 concejales
21 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El límite del 0,6 % del presupuesto municipal propuesto por Hacienda para fijar las retribuciones máximas de los miembros de la corporación provoca en los alcaldes de los concellos pequeños incredulidad y rechazo. Los afectados acreditan que ese tope convertiría el cargo en una actividad puramente vocacional. Municipios como A Lama, que gestiona 1,3 millones, solo podría destinar 7.000 euros anuales a sueldos del alcalde y sus 11 concejales.
El regidor de ese concello pontevedrés con 2.976 vecinos, Jorge Canda (PP), ironiza que el tope del 0,6 % «no llegaría ni para gasolina». Canda estima más sensato estipular «sueldos razonables» acordes al presupuesto de cada consistorio. «Lo han estudiado mal y lo reconsiderarán, porque no tiene sentido», opina.
El alcalde del municipio coruñés de Monfero (2.178 habitantes), el independiente Benjamín Modesto, es uno de los muchos sin sueldo fijo en Galicia. Ingresa 500 euros al mes por asistir a plenos, órganos colegiados y otras dietas. «Creo que un alcalde con dedicación debe tener un sueldo digno. Deberían regularlo por ley para no caer en abusos», reivindica. Su homólogo de Vilaboa (Pontevedra), el socialista José Luis Poceiro, percibe 1.900 euros brutos, de los que lleva para casa 1.487 limpios. La teniente de alcalde ingresa 1.500 brutos (1.100 netos). Poceiro, que gobierna con el BNG, trabajaba en el naval de Vigo antes de asumir el bastón de mando en ese municipio de 6.024 vecinos. «Sin sueldo, tendría que dejar el Concello y volver a mi trabajo», dice.
Tampoco tiene sueldo Xosé Barcia (BNG), alcalde de Mugardos (5.481), que cobra 120 euros por pleno y 70 por junta de gobierno. «Paréceme unha mala medida. A función dos alcaldes hai que dignificala. Sobre todo, nos pequenos concellos o alcalde é o que leva todos os temas, ten que estar disposto sempre e debería ter un soldo», señala.
Avelino García (PP), regidor de A Rúa de Valdeorras (4.179 habitantes), cree que la medida busca reducir concellos, pero «non aforra nada». El de Outes (7.243), Carlos López Crespo (PP), defiende que la nómina del alcalde debe estar en línea «co que cobraba no seu traballo anterior». La alcaldesa de Cerdido (1.328), Ana Rodríguez (PP), espera a que el debate madure: «Ya me bajé el sueldo y, si tengo que volver a hacerlo, lo haré. Hay que apretarse el cinturón».
La alcaldesa socialista de Muros (9.565 habitantes), Caridad González, esgrime que lo relevante no es el recorte salarial, sino de servicios. «Se pasará a depender de las diputaciones, y eso sí es preocupante». El de Amoeiro (2.297), Rafael Rodríguez (PSOE), pide sueldos dignos: «Cobro 2.000 euros netos, e iso os meus veciños sábeno, porque de min dixéronse barbaridades e dinlles unha copia».
Información elaborada con aportaciones de Marcos Gago (Pontevedra), Patricia Calveiro (Pontevedra), José Marín (Ferrol), Ana Gerpe (Ribeira) y María Cobas (O Barco).