«Estou viva de milagre»

X. Carreira / pradero LUGO / LA VOZ

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PRADERO

La superviviente del doble crimen de Xermade, en febrero, vuelve a casa

07 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La superviviente del doble crimen cometido el miércoles de Ceniza en una aldea de la parroquia de Burgás, en el municipio lucense de Xermade, ha vuelto a casa. Pasaron casi cinco meses desde que en la noche del 21 al 22 del pasado febrero, al menos dos personas entraron en su vivienda y mataron a su marido y a su hijo. Ella consiguió no figurar en la macabra lista. Le abrieron la cabeza con un hacha, pero sobrevivió tras una operación en el Hospital de Lugo. «Estou viva de milagre. Atópome neste mundo porque aínda non tiña os días acabados», dijo Domitila Rodríguez Souto, de 77 años.

Es duro volver al lugar donde marido e hijo fueron asesinados con extrema crudeza. Hasta ahora Domitila había vuelto a casa acompañada por algunos familiares, sin embargo parece decidida a volver a residir en el lugar de los macabros hechos. Ya no todo será igual. Víctor Hermida Purriños, de 74 años, y Eulogio Hermida Rodríguez, de 51, su esposo y su hijo, ya no están. Domitila teme a esa ausencia. Es terrible no tener a los suyos, pero se encuentra con fuerzas para tratar de seguir adelante.

Domitila tiene el apoyo de su familia. De hecho, los últimos cuatro meses los pasó con una cuñada en Ferrol. Acudió a Burgás en unas cuantas ocasiones para realizar algunos trámites.

«Dentro do malo vou indo», respondió cuando fue preguntada sobre cómo se encontraba después de todo lo ocurrido. «!Válgame Deus!», suspiró. En cuanto a su estado de su salud dijo: «Cústame ir tirando».

«Déronme cun machado»

Domitila no tiene ninguna duda de que está viva de milagro porque cree que los asesinos que entraron en su vivienda pretendían acabar con la vida de todos los que encontrasen dentro. De hecho, parece que ella pudo salvarse porque la dieron por muerta. Pero estaba inconsciente.

«Déronme cun machado na cabeza», recuerda. En su momento, ella le dijo a la Guardia Civil que en la casa entraron dos personas. Por la matanza, a los tres meses fueron detenidos Juan José Calaza, conocido como el Pibe, y Brais Lozano Osa, un joven vilalbés que fue capturado en el aeropuerto de Santiago cuando estaba a punto de poner el pie en un avión que iba a Ibiza. Este chico dijo entonces que él había tratado de proteger a la única superviviente del asalto diciéndole que se pusiera las manos en la cabeza y que se hiciese la muerta. Domitila, sin embargo, parece no recordar absolutamente nada de eso. Ella insiste en que la atacaron con gran brutalidad.

«Pensei que nos matarían a todos. Era ao que viñan», explica. «Só Deus sabe polo que estou aquí», explicó esta mujer que pretende salir adelante.

La superviviente del doble crimen de Casas Novas supo por sus familiares, y también por las noticias de los medios de comunicación, de la detención de dos de los presuntos autores del hecho. «Sacóuseme un peso de aquí [hizo un gesto con la mano dirigida a su pecho]», dijo la mujer. Que los asesinos anduvieran sueltos durante tres meses y pudieran seguir haciendo el mal la conmovía. Finalmente, respira más tranquila. «Agora, polo menos están onde teñen que estar», dijo antes de añadir: «Aínda que o seu sitio era outro».

Las pistas ofrecidas por Domitila a los investigadores fueron valiosas. Cuando estos pudieron comunicarse con ella, les contó que había visto a dos hombres y que uno la atacó con un hacha con la que le ocasionó una gran brecha, de delante hacia atrás, en la cabeza.

Cobrar una deuda

La mujer entendió en su momento que todo lo ocurrido aquella trágica noche en su casa se debió a un asalto llevado a cabo por un grupo de ladrones que querían robar en la casa. Los investigadores, sin embargo, consideran que las dos personas que consiguieron detener pretendían cobrarle una deuda al hijo de Domitila, el cual estaba supuestamente relacionado con el mundo de las drogas. Al parecer, no había pagado por una considerable cantidad de cocaína que le habían suministrado y eso incomodaba a quienes querían el dinero. En varias ocasiones lo amenazaron con que arreglarían cuentas si no saldaba la deuda, o eso es al menos lo que comentaron en Vilalba.

La investigación no está cerrada. La jueza de Vilalba que se encarga de las diligencias prorrogó en varias ocasiones el secreto del sumario, aunque este podría ser levantado próximamente. Los dos detenidos continúan ingresados en las cárceles de Bonxe y Monterroso, separados para evitar que se agredan.

«Sacóuseme

un peso de encima cando os detiveron», dijo Domitila

La afectada cree que los asesinos pretendían matarlos a todos en la casa