Su exnovio, que reconoció ayer la autoría del crimen, fue detenido ese día y quedó libre con una orden de alejamiento
09 nov 2019 . Actualizado a las 20:07 h.Iria García Bouza, vecina de Narón de 28 años asesinada el pasado lunes, denunció por amenazas el pasado jueves a las 1.40 horas en la comisaría a Óscar José Ferreño Fraga, con quien mantuvo una relación sentimental de cerca de un año hasta diciembre del 2010.
Iria aseguró que en octubre del 2011 Óscar José entró en su casa de madrugada sin permiso.
En febrero del 2012, tras verla hablando con un amigo, se introdujo en el coche y le dijo: «Zorra, andas metiendo a todos en casa [...] os mato a él y a ti».
A principios de junio del 2012 volvió a entrar en su casa y, según explicó a la policía, le espetó: «Como te vea con alguien te voy a matar a ti y a él». A mediados de ese mismo mes él volvió a entrar por la fuerza en el coche de ella, la zarandeó, le rompió una uña y la amenazó con «avisar a dos rumanos para que te linchen».
Las frases son del escrito de acusación de la Fiscalía de Ferrol, que le atribuyó dos delitos de allanamiento, dos de amenazas leves, otro de amenazas y otro de maltrato. Óscar fue arrestado ese mismo jueves y el viernes el asunto llegó al Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Ferrol. Iria solo había denunciado una vez antes, en junio del 2011, pero luego rechazó declarar. El viernes, ni el fiscal ni el abogado de Iria pidieron prisión provisional para Óscar José, pero sí solicitaron una orden de alejamiento a 200 metros, que fue concedida.
El juicio iba a celebrarse en julio. Pero el lunes a las 15.30 alguien acabó con la vida de Iria degollándola a escasos metros de su casa, en el número 9 de la calle San Roque de Narón.
Dos testigos vieron a un hombre huir hacia el río Xuvia. La policía sospechó desde el principio de Óscar, que fue arrestado ayer de madrugada en la parroquia de Brión, en Ferrol, cerca de su casa familiar. Según fuentes de la investigación, Óscar José, de 38 años, confesó el crimen. Las mismas fuentes confirmaron que se hallaron manchas de sangre en su ropa y en su coche. Durante la investigación del escenario del crimen, el lunes por la tarde, la policía encontró una zona de hierba aplastada. Los investigadores creen que el agresor pudo esperar allí, quizá oculto entre los coches aparcados, a que Iria llegase para atacarla.
El cuerpo de la mujer presentaba una gran herida de arma blanca en el cuello, por la que perdió mucha sangre, y otra menos grave en un hombro.
Según fuentes de la investigación, dos testigos identificaron al agresor. Presuntamente arrojó el arma homicida al río Xuvia durante su huida. Buceadores de la Armada trataban de localizarla ayer. Está previsto que pase a disposición judicial hoy o mañana.