El juez Velasco rechaza la «mentira» de los procesados basándose en las cámaras del helicóptero y la nave
19 may 2012 . Actualizado a las 06:59 h.Los seis piratas somalíes que en enero intentaron asaltar el buque de la armada Patiño en aguas del océano Índico se enfrentarán a penas de hasta 1.122 años y medio de años cada uno. El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha procesado a los asaltantes por 218 tentativas de secuestro, una por cada uno de los tripulantes del navío, un delito de piratería en grado de tentativa, otro de desobediencia a buque de guerra militar, una falta de daños, y pertenencia a organización criminal con la agravante de alto número de componentes y tenencia de armas. En total, Mohamed Said Mohamed, Mohamed Adén Mohamed e Issah Abdullah Issa, Mohamed Abdullah Hassan, Abdillahi Mohamed Gouled y Hammond Elf Haff Mahou podrían ser condenados a penas que oscilarían entre los 893 y los 1.122 años de cárcel. El magistrado, a la vista de su auto, no cree una sola palabra de su declaración. Los somalíes, que niegan haber intentado asaltar el barco español, aseguran que en realidad eran pescadores que llevaban una semana perdidos en alta mar tratando de buscar otro pesquero y que los militares confundieron sus peticiones de ayuda con disparos.
La versión del juez es bien diferente. A las 2.29 horas del 12 de enero, un centinela del Patiño se percató de que un esquife con seis piratas había lanzado escalas móviles para abordar la nave de guerra, a la que, por su estructura, confundieron con un barco civil o un pesquero.
Cincuenta disparos
Cuando el navío de la Armada incrementó la marcha, los piratas realizaron hasta 50 disparos de fusil AK contra el buque, que fueron repelidos por los soldados. Tres cuartos de hora después, el helicóptero del barco salió en persecución de la barcaza, a la que acabó por interceptar. Durante la huida, los piratas arrojaron por la borda un cadáver, 3 escalas, 7 fusiles y 2 bolsas de plástico con la intención de destruir las pruebas del intento de abordaje. Tras varios avisos por megafonía y fuego de advertencia, el bote se detuvo y los 6 piratas, 5 de ellos heridos, fueron trasladados al Patiño.
Velasco rechaza la «mentira» de los procesados basándose en el «visionado» de la cámaras del helicóptero y de la nave, que muestra cómo los piratas intentaron asaltar el barco y luego tiraron las armas. Concluye que la intención de los detenidos «no era otra que la de ejercer la piratería». «Que navegaran armados seis hombres en un esquife de eslora tan reducida con toda la infraestructura necesaria para asaltar buques de gran tamaño hace inferir que el grupo que fue detenido se dedicaba a la piratería como medio habitual de subsistencia», concluye.
Velasco aprovechó su auto para hacer un llamamiento al Parlamento para que formule «de manera más completa» una ley «acorde con la voluntad de la comunidad internacional de la represión penal de la piratería». Incluso, insta a «ampliar la persecución penal española a graves delitos cometidos en aguas internacionales, cuanto menos si la víctima es algún español».