Los partidos aleccionan a sus cargos a diario sobre qué decir en público

Carlos Punzón
carlos punzón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

leandro

Centenares de políticos gallegos reciben todas las mañanas correos en los que se les indica cómo manifestarse ante las cuestiones más sensibles

19 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Centenares de políticos gallegos reciben en su correo electrónico todas las mañanas un mensaje de la sala de máquinas de su respectivo partido en el que se fija la postura oficial sobre cualquier asunto que pueda generar polémica o propicie el ataque del adversario. Son los argumentarios, guiones más o menos esquemáticos con los que se uniforman mensajes con trazos gordos, negrita y párrafos subrayados en un mundo en el que la discrepancia se penaliza y las meteduras de pata pueden llevar a un político al ostracismo. Con las autonómicas a la vuelta de una esquina, o de dos, las consignas se multiplican.

Cada partido tiene su propio modelo. El PP baja hasta cuestiones tan básicas como advertir a los suyos que apoyaban a Sarkozy y no a Hollande. El PSOE se concentra en sacarse de encima con frases cortas y amplia tipografía las acusaciones de haber dejado una herencia envenenada. Y el BNG, que es la formación que menos tira de dicho formato, echa mano de largos párrafos y doctrina suficiente para que, dependiendo de la circunstancia en la que se muevan sus cargos, tengan argumentos para dejar mal a socialistas o a populares. «A nosa é xente cualificada e non empregamos os argumentarios coma expendores de consignas nin ferramenta unitaria», mantiene el responsable de comunicación nacionalista. El Bloque utiliza los envíos masivos una vez por semana, y a diario en campaña. Populares y socialistas no paran, incluso difunden varios al día, porque en sus casos, a los argumentarios fabricados en Galicia se suman los que llegan de Madrid, e incluso también en el caso del PP llegan a emitirse de ámbito provincial y local.

Cerca de 800 argumentarios han llegado ya a los cargos populares gallegos este año desde el equipo que ha vuelto a dirigir González Pons. Casi todas las misivas tienen el mismo afán: justificar las reformas, y sobre todo echar la culpa al PSOE. «El Gobierno socialista ha desprofesionalizado la Administración y la ha vuelto insostenible», comienza uno de sus últimos argumentarios, o «Los ocho años de gobierno del PSOE de Rubalcaba han dejado a España en la situación más complicada de su historia», apunta otro. Desde la sede de Santiago se lanza a diputados, parlamentarios, alcaldes, presidentes de partido y otros cargos (más de 200) más munición dialéctica, además de los titulares de la prensa escrita. «No es doctrina, es información, porque no todos los cargos tienen que saber de todo, pero sí que les pueden preguntar por ellos en entrevistas o tertulias», explica el responsable de comunicación del PPdeG. El PSdeG señala que trata de filtrar la infinidad de argumentarios que llegan de Madrid «para no saturar». Con la prensa siempre presente, remiten todas las notas informativas a sus cargos, como «manera de mantenerlos informados», dicen.

Espionaje detectado

«Sabemos que nuestros argumentarios llegan en tiempo real a los socialistas», apuntan desde el PP, dando por hecho por tanto no solo el espionaje político galaico, sino también una cierta dosis de traición interna. «Los nuestros también pueden llegar a ellos, pero no nos preocupa, están muy medidos», señala el responsable de comunicación de los socialistas gallegos. Restringen, eso sí, al máximo los envíos de correos con diseño de estrategias, mientras el PP aún es más desconfiado: «Nunca mandamos directrices por e-mail», aclaran. «Con los argumentarios pretendemos ser noticia, aprovechar tertulias y declaraciones», indican los socialistas para justificar el uso de la herramienta con la que prenden dejarle claro a los suyos las ideas básicas. «Nós non imos polo titular, optamos por textos analíticos», rebaten en el BNG.