La gran bolsa de indecisos desdibuja la alternativa a Feijoo

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

29 abr 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

El mapa electoral gallego está en revisión, como en revisión parece estarlo todo, desde el armazón institucional del Estado, la gobernanza económica o una representatividad política que tiene dificultades para bailar al ritmo de su tiempo, debido a que la agudeza de la crisis lo desgasta todo y, además, con más rapidez. Este es el telón de fondo de la encuesta elaborada por Sondaxe a diez meses vista de las elecciones autonómicas y de la cual se pueden extraer algunas ideas, pese a que casi la mitad de la población (45,4 %) se ve reflejada en esa gran bolsa de indecisos que todavía no sabe si votará o si se abstendrá en los comicios.

La primera lectura importante es que, pese a la crisis, el PP de Núñez Feijoo dispone de un buen punto de partida para afrontar la recta final de la legislatura, pues amplía en tres escaños la mayoría con la que conquistó la Xunta en el 2009.

Ahora bien, en un país que puede darle la vuelta a todo como un calcetín, la demoscopia se arriesga también a quedar muerta al día siguiente. Los de Feijoo acusan, de hecho, un ligero desgaste, en el sentido de que la anterior encuesta de Sondaxe, de febrero del 2011, le atribuía un escaño más que ahora y, en los meses que tienen por delante hasta las autonómicas, no van a encontrar su mejor aliado en la agenda de reformas y ajustes que se dispone a aplicar Mariano Rajoy.

El PSOE, tal y como ocurrió en Andalucía y Asturias, saca provecho del calendario, sobre todo una vez que desapareció de escena el lastre que para este partido representaba el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Con Pachi Vázquez al frente, los socialistas gallegos igualan el resultado de Touriño del 2009 (24 escaños, a lo que después sumó uno más con el voto emigrante) y mejoran de forma notable su posición con respecto al año pasado, cuando la encuesta les asignaba entre 21 y 22 escaños.

Pero esta recuperación del PSdeG puede ser no suficiente para construir una alternativa de gobierno, debido a las dudas que se ciernen sobre el BNG, formación que sufrió una escisión y que, que por lo de pronto, perdería dos escaños. Pero el principal problema del Bloque es que se mueve bajo la espada de Damocles de la fuga de electores, ya que el 38,1 % de sus votantes declaran su disposición a respaldar a otra fuerza nacionalista en caso de que llegue a cuajar la plataforma que se prepara en el entorno de Xosé Manuel Beiras.

De lo que le ocurra al BNG y a sus escindidos, y del camino que tome la masa de indecisos, va a depender que cuaje o no una alternativa a Feijoo y de que las elecciones sean más reñidas de lo que se presentan ahora mismo.