Sanidade critica que en las casas haya «auténticos almacéns» de fármacos sin consumir

GALICIA

La conselleira Rocío Mosquera cuestiona abiertamente el elevado consumo de medicamentos que hacen los pensionistas

25 abr 2012 . Actualizado a las 13:12 h.

El Gobierno gallego apeló ayer a la justicia social y a la sostenibilidad de las finanzas públicas para defender el copago sanitario y la necesidad de que los pensionistas contribuyan a sufragar parte del gasto de los fármacos que consumen, por entender que es un sistema «máis xusto» que el actual, que no hace distinciones por razones de renta. La conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, respaldó ante el pleno del Parlamento las medidas que tengan un «efecto disuasorio» sobre el consumo abusivo de medicinas y, justo tras aludir a los pensionistas, destacó que «hai auténticos almacéns» de medicamentos en casa de los pacientes del Sergas.

En realidad, la comparecencia parlamentaria de Mosquera tenía por objeto valorar el ahorro que logró hacer el Servizo Galego de Saúde (Sergas) en los dos últimos años con el aumento de la prescripción de genéricos, especialmente a través de la aplicación del catálogo priorizado de medicamentos. No obstante, el debate basculó hacia la actualidad, marcada por la extensión del copago y las medidas publicadas ayer por el Boletín Oficial del Estado, que daban cuenta de la retirada de parte de la financiación pública a lo que el Ministerio de Sanidad considera «servicios accesorios», como las prótesis y el transporte sanitario no urgente, entre otros.

La representante de la Xunta puso de relieve que todos estos cambios estructurales son «imprescindibles» para mantener el sistema nacional de salud dentro de los parámetros de la eficiencia. Argumentó que el copago no es un canon ni tampoco un impuesto, condición que a su juicio cumpliría la aplicación del euro por receta, «que tamén estaba enriba da mesa», advirtió, y de la cual dijo que «si que penalizaría aos anciáns e aos que consumen máis recetas».

Pensionistas

Pero quizás el aspecto más controvertido de la intervención de la conselleira es en el que aludió, ya en su último turno, cuando los grupos de la oposición no tenían opción de réplica, al consumo en fármacos que hacen los más de 750.000 pensionistas gallegos. Destacó que este colectivo ocasiona el 81 % del gasto en medicamentos, que en el 2011 ascendió a 829 millones de euros, pues a ellos van dirigidos también el 75 % de las recetas prescritas desde el Sergas.

Un pensionista, insistió Mosquera, consume 773 euros de media al año en medicamentos, mientras que con un paciente en activo el sistema desembolsa solo 85 euros. Además, cargó las tintas sobre el uso abusivo que podrían estar haciendo los pensionistas, al afirmar que acaban retirando en farmacia el 83 % de las recetas que se les prescriben, mientras que los activos solo canjean el 73 %. «Os fármacos que consumen dos prescritos deberían ser os mesmos», argumentó la conselleira, quien constató que no ocurre esto, sino que «están a retirar moitos máis fármacos dos prescritos os pensionistas que os activos».

A mayores, para ilustrar su denuncia, dijo que todos pueden ser conscientes de que «hai auténticos almacéns de fármacos nas casas dos nosos pacientes», que acaban caducando, lo que provoca que, solo en el 2011, en Galicia se tuvieran que destruir 238 toneladas de medicamentos.

La oposición dirigió sus intervenciones a rechazar el copago, por entender que rompe, como dijo el socialista Modesto Pose, «os principios» de la sanidad pública. El portavoz del PSdeG también advirtió que estas medidas van a tener «efecto recadatorio cero», como asegura que admite el PP, y subrayó que también van a tener «efecto disuasorio cero».

La nacionalista Ana Luísa Bouza dijo que a las nuevas medidas introducidas en la sanidad lo que les sobra es «afán de lucro e codicia» y aprovechó el debate de una iniciativa posterior para quejarse de que la Xunta intente penalizar a los pensionistas. Es más, dijo que si se destruyeron 238 toneladas de fármacos no se puede concluir que fueran generadas por los pacientes retirados.