La jueza rastrea el patrimonio del exconselleiro Fernando Blanco

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

GALICIA

PRADERO

Le preguntó por la compra de unas viñas y un coche, y por un premio de lotería

27 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

A tenor de cómo discurrió la declaración que efectuó ayer Fernando Blanco, todo apunta a que la jueza lucense que se encarga del caso Campeón rastrea el patrimonio del exconselleiro de Industria. La magistrada se interesó por las adquisiciones de unas viñas, por la compra de su coche y también por un premio de la lotería que el extitular de Industria dijo que le había tocado en el 2009 por un importe aproximado de 80.000 euros. Los investigadores no hallaron rastro alguno en Hacienda de ese premio.

La jueza Estela San José le preguntó si seguía sosteniendo que ganó los 80.000 euros en la lotería de Navidad del 2008 (en las hemerotecas, Fernando Blanco sale como ganador en el 2009) y cómo explica que no haya rastro en Hacienda. El exconselleiro le respondió: «No hay que declararlo». A continuación señaló que había depositado el certificado bancario de que el dinero se había cobrado. «No lo declaré en Hacienda porque me dijeron que no había que hacerlo», apuntó.

Jueza. ¿No lo cobró a través de transferencia o cheque bancario?

Fernando Blanco. Creo que lo ingresaron en cuenta. Nadie me preguntó de dónde venía el dinero. Es como el salario del Parlamento, que hay una parte que tampoco se pone.

J. ¿Dónde compró el décimo? ¿A alguien más de su entorno le tocó también?

F. B. Lo compré en Sarria. A un compañero mío le di un décimo y unas botellas de vino y a algunos miembros de mi familia. Me tocaron 78.800 euros o algo así.

J. ¿No le parece extraño que coincida su premio con las anotaciones de la contabilidad B de Nupel que no fueron manipuladas, sino que se hallaron en la entrada y registro efectuado?

F. B. Tengo una transferencia de cómo pagan la lotería. Es absolutamente imposible que Jorge Dorribo comprara un décimo, sino muchos.

A posteriori, el exconselleiro aclaró que la lotería le tocó en diciembre del 2009, y que la subvención que le concedieron a Dorribo desde Industria fue en el 2008. También recalcó que no sabía que tenía que tenía que declarar el premio: «A mí me mandaron un borrador y no sabía que tenía que añadir lo de la lotería».

Además, salió a relucir en el interrogatorio a Fernando Blanco el caso de un diamante que, presuntamente, le habría entregado en algún momento un socio de Dorribo. Blanco contestó que «jamás» lo recibió y aclaró que tampoco tuvo entregas de dinero.

Viñas en la Ribeira Sacra

La jueza también se interesó por algunas adquisiciones supuestamente efectuadas por Blanco, en concreto unas viñas, al parecer en la zona de la Ribeira Sacra. A este respecto, el exconselleiro aclaró que adquirió cuatro por un importe de unos seis mil euros. Después dijo que compró dos más. Una de ellas le costó 17.000 euros. Aclaró que estos viñedos eran pequeños.

La instructora le preguntó si era cierto lo que dice Jorge Dorribo, de que le pagó su coche. Dijo que era falso, toda vez que hizo una transferencia desde su cuenta y que, además, entregó el vehículo anterior. Tras este último trámite constituyó una fianza de 3.000 euros y, a posteriori, hizo la transferencia de otra cantidad que no reveló.

Otra de las cuestiones que negó Blanco fue que le hubiesen efectuado entregas anuales de dinero que oscilaban entre los 4.000 y los 7.000 euros. También recalcó que Dorribo nunca le entregó cantidad alguna (el empresario dice que le hizo varias entregas por importe de 200. 000 euros) en agradecimiento por la concesión de subvención alguna.

Los viajes a Camerún y las relaciones con Xoán Bazarra, su asesor, también fueron motivo de preguntas de la jueza. El imputado dijo que había efectuado un viaje al país africano y que pidió a Dorribo «a ver si tenía un puesto para Bazarra» porque quedaba fuera del Gobierno y sin trabajo. Se lo pidió, dijo, porque sabía que tenía varias empresas con unos 70 empleados y que «si había ocasión» le buscara una salida.

Otro aspecto relevante de la declaración se refiere a las facturas presentadas por la empresa ICM (filial de Nupel) para justificar unas máquinas con vistas al cobro de la subvención. Fernando Blanco respondió que no conocía a ICM. Como anteriormente había respondido que en una ocasión había estado en las instalaciones de Nupel, la jueza le preguntó si no había visto una placa que hay en la entrada con el nombre de la firma que hizo las facturas. El exconselleiro le contestó: «No me fijo en eso». Aclaró además: «En una cuestión de ese tipo, en la que hay que hacer una visita a unos laboratorios de una determinada manera, no pienso que un empresario vaya a hacer ninguna trampa».