La crisis económica afecta a todos, pero no por igual. Algunos ayuntamientos declaran abiertamente no tener problema alguno de liquidez y, directamente, no se acogerán a los créditos auspiciados por el Gobierno, porque apenas tienen deudas. Es el caso del Concello de Arteixo, que apenas ha aplicado medidas de ahorro más allá de la importante renegociación de su factura energética. En el extremo opuesto está el Concello de Vilagarcía, que está reduciendo el coste de múltiples capítulos, incluidas las tasas (se han revisado 13 ordenanzas fiscales) y se prevé aumentar los ingresos por sanciones un 80 %, aunque la reducción más espectacular se ha aplicado en el capítulo de inversiones reales, donde se ha pasado de los 3,3 millones contemplados en el 2011 a los 70.000 euros de este año.
Apuros distintos
Los apuros a la hora de aplicar estas medidas tampoco son iguales para todos. En algunos, los planes de reducción de gasto energético están en estudio, pero en otros ya están en marcha desde hace meses. A lo largo de este año, sin embargo, prácticamente todos los grandes concellos de Galicia habrán aplicado en mayor o menor medida planes de ahorro energético y la mayoría habrán renegociado una parte notable de sus contratos y concesiones.
Los tijeretazos que están siendo de mayor magnitud en los ayuntamientos que manejan presupuestos más grandes afectan prácticamente a todas las entidades locales de Galicia, obligadas a un ejercicio de contención de gasto que parece no acabar de momento.