«Nunca tal cousa vin»

redacción / la voz

OURENSE CIUDAD

Agricultores, ganaderos y pescadores sufren las graves consecuencias de la falta de agua

17 mar 2012 . Actualizado a las 12:31 h.

Agricultores, ganaderos, pescadores y vecinos de parroquias rurales cuya traída bebe de pequeños acuíferos subterráneos son los primeros damnificados por la feroz sequía que deshidrata a Galicia desde hace meses.

Ganadero de Castro de Rei

«Os meses que veñen serán duros». La explotación de Agustín López, en Matodoso (Castro de Rei) y con 68 vacas en ordeño, sufre problemas de agua en los que se combinan los fallos de la red general y la sequía. Por ello, si tiene dificultades de abastecimiento, como esta misma semana, suele echar mano de un pozo. Pero la falta de lluvias, dice el ganadero, no permite disponer de reservas como en otros años. «Estamos nunha situación como de verán», dice. ¿Qué pasará si se mantiene la sequía?: «Eu que sei... Se falta a auga como agora, os meses que veñen serán duros. Nunca tal cousa vin».

Pescador de mazaricos

«Os ríos levan menos da metade de auga que o ano pasado». Como el resto de pescadores de la comarca de Barbanza, Ramón Paz Castro, directivo de la Asociación de Caza y Pesca El Halcón, de Mazaricos, no oculta su preocupación por las consecuencias que las escasas precipitaciones del invierno puedan tener sobre la temporada de pesca que se inicia mañana. «Debe ser o primeiro inverno en moito tempo no que non houbo enchentes, porque apenas houbo días de chuvias fortes. Os ríos teñen moi pouco caudal. A maioría deles levan menos da metade de auga que o ano pasado por este tempo. Todo isto fainos pensar que esta campaña vai ser moi frouxa porque os animais non tiveron as condicións axeitadas para poder criar», apunta.

Vecinos de trives

«O normal é que agora houbese dúas cuartas de neve». Los habitantes de Pena Folenche (A Pobra de Trives, Ourense) han tenido un gasto extra de 3.000 euros este mes. La sequía que afecta al manantial del que se surte la traída vecinal les ha obligado a construir un nuevo pozo a 100 metros bajo tierra para tener reservas y abastecer a las acasas. Uno de los afectados es Alberto Rodríguez, que a sus más de 80 años afirma no recordar una sequía parecida. «O normal é que houbese aquí dúas cuartas de neve polo menos, e mira agora», dice mientras señala el camino, seco y quemado por el sol.

Pescador de A Guarda

«O que consegue dúas lampreas xa gañou o día; o normal serían entre 8 e 10». «Desde que eu ando no río, hai xa 40 anos, non recordo unha temporada tan nefasta». El patrón mayor de A Guarda, Francisco Pérez, vive en primera persona las consecuencias de la falta de caudal en el río Miño. Y de lamprea. La merma del agua dulce que entra en el mar dificulta que el primitivo invertebrado pueda regresar al río y, por lo tanto, a las redes de los pescadores: «O que consigue traer dúas xa gañou o día; o normal serían entre 8 e 10».

Productora de grelos

«La falta de agua los secó y la helada los terminó de fastidiar». El cultivo de grelos en Monfero se ha visto gravemente afectado por una combinación letal: sequía y heladas. La producción global de la cooperativa de Val Xestoso ha disminuido en diez mil kilos. María José Fernández es solo una de las afectadas. «Todavía no he contabilizado las pérdidas, pero ha disminuido mucho la producción con respecto al año anterior», explica. «La falta de agua secó las hojas y la helada las terminó de fastidiar», lamenta.

Bodeguero en O Salnés

«Es difícil pronosticar cómo se va a comportar la viña». En la denominación de origen Rías Baixas están preocupados por lo «atípico que es el año», explica Eulogio Pomares, de Bodegas Zárate, en Ribadumia. Nunca hasta ahora se habían enfrentado a una situación similar. Por eso, dice, «es difícil pronosticar cómo se va a comportar la viña». La planta, explica el enólogo, está a punto de comenzar con la brotación y se teme que si no llueve, muchas de las nuevas yemas se queden por el camino.

Cultivadora de pimientos

«Nunca os prantei tan tarde como este ano». La sequía y el frío retrasaron la plantación anual de pimientos de Herbón en los invernaderos de febrero a marzo. Una de las productoras es Manuela Pérez, de la aldea de Cortiñas, en Padrón. «Estivo moi mal tempo. Tan tarde coma este ano nunca prantei os pementos», dice. Ello repercutirá, según cuenta Manuela, en los tiempos de recolección, que también se retrasarán, al menos dos semanas en su caso.

Información elaborada por X. M. Palacios, X. R. Alvite, M. Cobas, M Torres, C. Elías, M. Alfonso y U. López