La sequía es extrema desde noviembre, y la predicción no aclara hasta cuándo durará
17 mar 2012 . Actualizado a las 20:54 h.La última semana del invierno -uno de los los tres más secos que ha vivido Galicia- será, irónicamente, invernal: con lluvia, frío, granizo y nieve. Ayer por la tarde, de hecho, ya se registraban tormentas en puntos del interior. Unos y otros son fenómenos meteorológicos que en la estación que remata este martes 20 no se han repetido desde el temporal que azotó la comunidad entre los días 12 y 17 del pasado mes de diciembre. Es decir, hace tres meses. «Desde ese episodio, no hemos vuelto a tener temporales, los sistemas frontales típicos del invierno que vienen del Atlántico y dejan precipitaciones intensas en Galicia», explicó ayer Francisco Infante, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la comunidad.
Así, entre diciembre y el pasado 29 de febrero, en la mayor parte del territorio galaico no llovió ni el 30 % de lo que es habitual, aunque con diferencias entre zonas. En A Mariña y el norte de la provincia de A Coruña, por ejemplo, cayó algo más de agua, un 60 % de la cantidad normal, mientras que en el sureste de Ourense y el sur de Pontevedra las precipitaciones no alcanzaron, dijo Infante, «ni el 20 %» de la media climática.
Este invierno «frío y extremadamente seco», por tanto, ha desequilibrado aún más el deficitario balance hídrico que arrastraba Galicia desde marzo del 2011. De hecho, tal y como explicó el delegado de la Aemet, desde esa fecha la comunidad registra el período, un año, más seco de la serie histórica, que arranca en 1930. «Desde la pasada primavera, la situación dejó de ser normal», añadió. Ahí comenzó a caer ya el SPI (índice de precipitación estandarizada, en sus siglas en inglés) a 12 meses, que marca el inicio de la sequía con efectos en la agricultura y en los recursos hidrológicos. Este parámetro decreció más el pasado verano y en noviembre quedó ya por debajo de -1, cuando la sequía pasó de ser moderada a severa. Ahora el valor es de -2,5 y el grado es ya extremo, rozando mínimos históricos porque el índice solo fue inferior en 1953, cuando Galicia sufrió también una sequía muy prolongada.
Lo que se desconoce de momento es la magnitud de la actual. «Lamentablemente no sabemos cuándo va a acabar esta sequía», afirmó Infante. La predicción estacional, a largo plazo, no aporta información clara al respecto y los modelos no aprecian tendencias significativas para la primavera. «Siendo optimistas, parece que el período de abril a junio puede ser normal en precipitación y a lo mejor se invierte esa tendencia de sequía, pero no lo sabemos con seguridad», señala el meteorólogo.
La incógnita de la primavera
Si la primavera se comporta de forma normal, es decir, si acumula en los tres meses unos 160 litros en zonas poco húmedas como Ourense y unos 350 en las que sí lo son, como Pontevedra o A Coruña, «se podría invertir la tendencia, lo cual no quiere decir que el índice de precipitación pase a valores positivos y que se acabe la sequía, pero al menos esta no se intensificaría».
La opción pesimista, sin embargo, tampoco puede descartarse de momento. Por ello, si en marzo no cae más agua que la prevista para este fin de semana -las precipitaciones este mes siguen siendo muy escasas y solo se han superado los 10 litros en el litoral occidental- y el resto de la estación también queda por debajo del promedio habitual, Galicia podría llegar a valores mínimos históricos y «la sequía acabaría agudizando sus efectos en el sector agrícola y ganadero, así como en el sistema hidrológico, en cuencas fluviales, en los embalses y en las aguas subterráneas», dijo Infante.
Aún así, el delegado de la Aemet indicó que quedaría aún mucho año para alcanzar una cantidad de lluvia significativa en Galicia y recuperarse. «Si el resto del año hay un régimen de precipitación normal, el próximo otoño-invierno podría cambiar la tendencia y acercarnos a valores más acordes con las cifras habituales en la comunidad», apuntó.
Lluvias hoy y mañana
De momento, hoy lloverá. El frente frío que llegó ayer por la noche desde el Atlántico descargará agua de forma generalizada, aunque las precipitaciones serán algo más abundantes en la mitad oeste de Galicia. A partir del mediodía, los chubascos serán intermitentes, algunos tormentosos e incluso acompañados de granizo. La cota de nieve irá bajando hasta los 1.000 metros y, en general, hará frío -no se superarán los 15 grados de máxima- en comparación con las altas temperaturas de los últimos días. Mañana continuarán los chubascos, tormentas, granizo y hará más frío. La cota de nieve quedará en 700 metros.
El lunes regresará la influencia anticiclónica a Galicia, con una alta probabilidad de que se mantenga durante varios días. El delegado de la Aemet, no obstante, evitó hacer un pronóstico para Semana Santa, la primera de abril, para evitar «daños colaterales», en alusión a la posible incidencia en sectores como el turístico. «Lo haremos más a corto plazo, a finales de marzo, y será más acertado», comentó.