Lugo decide el futuro del PSdeG

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

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Leandro

El líder socialista aviva contra Espinosa el rechazo que provoca Caballero

04 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El socialismo populista que se practica entre la rúa do Bispo y la praza Maior de Lugo, donde López Orozco atiende casi tantos asuntos como en la alcaldía y Gómez Besteiro se prodiga regalando sonrisas a las señoras, es el que tiene la llave para decidir el futuro inmediato del PSdeG. La provincia natal del exministro José Blanco aporta 100 de los 480 delegados al congreso de los socialistas, pero debido al escaso margen de movimientos que hay en territorios como Ourense y Pontevedra, que tienen las habas ya muy contadas, lo que haga Lugo va a ser determinante para elegir al próximo secretario general. Tanto Pachi Vázquez como la plataforma que respalda a Elena Espinosa son conscientes de que sus posibilidades de éxito pasan por tener la mayoría de Lugo de su lado. El de O Carballiño partía con ventaja, por el respaldo que le da Ricardo Varela, la persona que controla el aparato provincial, y los puentes tendidos con Orozco. La exministra de Medio Rural también intenta poner picas en este territorio y hoy se verá, en la presentación de su candidatura en Santiago, si logra implicar a Besteiro. En Lugo cotizaban más las apuestas a que no lo conseguiría.

Y la razón se llama Abel Caballero, la persona que el viernes se erigió en mentor de Espinosa, en su profesor, su director de tesis, el artífice de casi todos los cargos obtenidos por la ourensana o incluso de que fuera ministra. «?Elena soy yo?, es lo que quiso decir el alcalde», según explica una diputada socialista, admitiendo que esta idea escuece en no pocos sectores del partido en Lugo y A Coruña. «Jamás votaré algo que esté bajo el influjo de Vigo», advertía ayer un peso pesado del PSOE lucense, que exigió mantener su anonimato. Y otro reconocible compañero de filas abundaba: «Lo de Caballero con Espinosa son experimentos con gaseosa», una «veleidad». Si este es el punto de partida para la carrera de Espinosa, parece evidente que tiene un problema y muy poco tiempo para resolverlo. Pachi Vázquez no tardó en detectar ese talón de Aquiles y puso a la maquinaria de propaganda a trabajar sin descanso para poner al partido en alerta contra Caballero, visto en algunos sectores del PSdeG como un personaje «arrogante» o «excesivo», y no muy diferente de aquel ministro que en 1986 proponía unir por un túnel Cádiz con Marruecos.

El pulso interno por el control del PSdeG no hizo más que empezar. Espinosa lanza hoy su proyecto alternativo. Vázquez está dispuesto a resistir el embate. Entretanto, todas las miradas están puestas en el ex vicesecretario general del PSOE, José Blanco. En los últimos 16 años, no hubo cónclave en el que el exministro de Fomento no jugara sus cartas.