En Verín hay mucho vino, pero también mucha agua. De la villa salen hacia medio mundo millones de litros embotellados desde diversas plantas. Mes y medio ininterrumpido sin precipitaciones no puede tener incidencia en la producción de una de estas plantas. ¿O sí? «Nuestros acuíferos son muy profundos y en las mediciones que hacemos no hemos notado descensos. Pero lo cierto es que estamos preocupados», admite Antonio Cid, responsable de control de calidad en Aguas de Sousas. El técnico explica que son varios años acumulando ya déficits hídricos y que es posible que finalmente la sequía pueda notarse en las corrientes de las que captan el agua. Desde luego, no se toma la pregunta a broma.
Cambio climático
«Es el cambio climático», asegura María Jesús, una madre que come pipas en el jardín mientras sus chavales corretean por el parque. Lleva mes y medio, con todo el carnaval incluido, sin que la lluvia afecte a sus actividades. Pero también quiere que llueva: «Mejor tres meses lloviendo seguido, que tres meses sin llover».
«Dicen que es por los incendios», apostilla otro jubilado en un bar. Seguramente, es el elemento más perturbador que conoce y que haya podido afectar a la meteorología hasta el punto de juntar 45 días sin lluvia. Lo nunca visto. Si tiene razón, habrá más sequía, porque lo que no faltan son incendios.