Los colegios de facultativos de toda España llaman a la rebelión de los profesionales
15 feb 2012 . Actualizado a las 10:18 h.Los colegios médicos no son un colectivo dado a involucrarse en grandes polémicas ni a generar fuertes estridencias. Sin embargo, ayer hicieron oír su voz por primera vez en toda España contra los recortes sanitarios que, aseguran, está sufriendo el sistema nacional de salud. Representantes de todos los colegios médicos denunciaron que la falta de financiación aboca al sistema a una pérdida de calidad, «especialmente cuando sus efectos recaen en los más pobres, débiles, ancianos, desfavorecidos e indefensos», como dice el manifiesto aprobado por la Organización Médica Colegial, que representa a todos los de España.
Ante esa situación, los colegios llaman a la rebelión de los profesionales. Deben promoverse reformas en el sistema, sí; deben contribuir a mejorar la eficiencia, también; pero deben «rechazar los recortes indiscriminados, desproporcionados, denunciar sus consecuencias y rebelarse ante ellos», reza el manifiesto, titulado precisamente Los médicos nos rebelamos frente a los recortes.
Los cuatro colegios médicos provinciales de Galicia se hicieron eco de la campaña estatal. «No somos partidarios de los recortes fáciles, lineales y ajenos a una cuestión que consideramos irrenunciable: dar una atención de calidad al paciente», manifestó el responsable del colectivo lucense, presidente también del Consello Galego de Colexios Médicos, Ignacio Vidal Pardo. «El sistema nacional de salud está en situación de zozobra como consecuencia de los recortes», clamó el pontevedrés Luis Campos.
El colectivo profesional reclama un gran acuerdo político para salvar el sistema nacional de salud, aquejado de un déficit que ronda los 15.000 millones de euros. Reclaman conocer dónde están los agujeros del sistema y participar en la toma de decisiones.
Los colegios médicos se muestran especialmente preocupados por la formación mir y por los facultativos investigadores. Añaden que las difíciles condiciones laborales obligan a los profesionales a buscar trabajo fuera de España. Y eso, opinan, es «un despilfarro».