El hombre que mató al joven que entró en su casa insiste en que lo hizo en legítima defensa

f. varela FERROL / LA VOZ

GALICIA

La mujer del acusado dice que se despertó al oír ruidos en casa y sacó de la cama a su marido, quien, sin gafas, que usa porque ve mal, se encontró al muchacho en un pasillo

10 feb 2012 . Actualizado a las 12:39 h.

El hombre que la madrugada del 10 de julio del 2011 mató a un joven de 17 años que había entrado en su casa insiste en que lo hizo en legítima defensa. José Agustín Carpente, un carpintero jubilado de la localidad, se encuentra desde entonces a tratamiento psicológico y debe comparecer a diario en el cuartel de la Guardia Civil local.

Su abogado, José Luis Gutiérrez Aranguren, tras el levantamiento del secreto de las diligencias, señala que su cliente sufrió un miedo insuperable. Su mujer explicó que se despertó al oír ruidos en casa y sacó de la cama a su marido, quien, sin gafas, que usa porque ve mal, se encontró al muchacho en un pasillo de la vivienda. Ambos se agarraron y forcejearon. «Él no sabe si hay alguna persona más con el chico», añade el abogado. En un momento, el intruso se mete en una habitación y trata de cerrar la puerta mientras el carpintero empuja desde el pasillo intentando abrirla. Puede entreabrirla y en ese momento su mujer le pasa un cuchillo de cocina. Carpente metió el brazo, empujando uno por cada lado, y braceó hacia el interior de arriba abajo con el cuchillo en la mano. Según esta versión, en uno de esos movimientos alcanzó al chico. El cuchillo penetró en el tórax y le alcanzó la aorta. Sin embargo, Carpente nunca pensó en aquel momento que hubiese dado una puñalada mortal porque en la vivienda quedó poca sangre. «Vio escapar al joven -añade Aranguren-, de camisa blanca, pero no lo pudo seguir porque la puerta de la calle estaba cerrada ya que el chico se llevó las llaves».

Lo que ocurrió después fue que él llamó a su yerno, un guardia civil que reside cerca, quien a su vez dio aviso al cuartelillo local. Cuando llegaron los agentes le informaron de que cerca habían encontrado el cadáver del joven, Fernando Sánchez Grandal. Fue entonces cuando realmente se enteró de lo que había ocurrido y de la gravedad de la situación. Fue detenido y puesto a la mañana siguiente a disposición del juzgado de guardia en Betanzos, cuya titular lo dejó en libertad con cargos.

Ahora, la familia del muchacho fallecido estudia con sus abogados acusarlo de asesinato. La investigación, que estuvo a cargo de la Guardia Civil, sin embargo, no aclara qué hacía Fernando Sánchez Grandal dentro de la vivienda a las tres de la madrugada. Parece descartarse un robo y también está claro que el joven y Carpente no se conocían.

De madrugada

El 10 de julio del 2011, la mujer de Carpente oyó ruidos en la casa y despertó a su marido. Él forcejeó con el intruso, que se encerró en una habitación. Carpente logró abrir la puerta y braceó con un cuchillo, que penetró en el tórax del joven.