Veinticinco años de alejamiento por pegar y obligar a mendigar a su pareja

xosé Carreira LUGO / LA VOZ

GALICIA

Además de amenazarla con cortarle la cara y las piernas, el agresor le decíaa su mujer que si lo dejaba mataría a sus dos hijos

07 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Un feriante portugués, de iniciales A.?M.?G.?A., permanecerá 25 años alejado de su compañera sentimental y de los hijos menores de esta después de haberlos sometido, al menos durante un par de años, a malos tratos. Asimismo, ponía a mendigar a las víctimas cuando no tenía dinero. Este hombre tendrá que cumplir, por otra parte, nueve años de prisión, que fue los que aceptó en los prolegómenos de un juicio que tuvo lugar ayer en la capital lucense. La conducta violenta del condenado comenzó a producirse nada más iniciar la relación con su compañera, a finales de diciembre del año 2007. Las amenazas de cortarle la cara y las piernas eran constantes. Además, le decía que si algún día la dejaba, mataría a sus dos hijos, de nueve y doce años, respectivamente. Estos eran también objeto de frecuentes agresiones cuando trataban de salvar a su madre en el transcurso de las acaloradas discusiones que mantenía con el imputado. A finales del 2007, la mujer fue abofeteada y empujada contra una lavadora y los cristales de una ventana, que se rompieron. En junio del año siguiente, ella acudió a un bar donde se encontraba el acusado con la finalidad de pedirle algo de dinero. El imputado se lo negó y, además, la amenazó con golpearla con una silla del establecimiento. Otro de los hechos violentos, según el relato del fiscal, se produjo en el verano del 2008, cuando la familia se encontraba en una caravana en la provincia de Ourense. En este caso, el acusado empujó y agarró a la mujer por el cuello, lo que provocó que uno de los hijos de esta intentara defenderla, por lo que acabó siendo empujado. En otra ocasión, cuando la víctima se negó a sacar dinero del banco, recibió del acusado una patada en una pierna. Los únicos ingresos que llegaban a esta unidad familiar eran los que conseguía la mujer. Cuando su compañero necesitaba más dinero, obligaba a los víctima y a sus hijos a mendigar.