Educación se inhibe del conflicto

Elisa Álvarez González
elisa álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Dice que no es responsable de las actividades, al no estar en el currículo

24 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las actividades extraescolares o complementarias -celebración de fiestas, visitas culturales, excursiones o actos lúdicos en los que también participan los padres- forman parte de la autonomía de los centros, que son quienes, en función de sus recursos y disponibilidad, llevan a cabo un calendario de iniciativas para complementar los contenidos curriculares del proceso educativo.

Este es el argumento que utiliza la Xunta para inhibirse de un conflicto en el que se sitúan profesores y padres, ya que es a los niños a los que afecta. La Consellería de Educación recuerda que «a Administración non é responsable da organización nin da realización das actividades nin complementarias nin extraescolares, xa que non forman parte do currículo oficial dos centros».

Son los consellos escolares de los colegios e institutos los que aprueban la propuesta de actividades, por lo que la Administración autonómica insiste en que «non depende da consellería». De todas formas, fuentes del departamento educativo señalan que muchos centros escolares siguen celebrando estas actividades con total normalidad, como venían haciendo hasta este curso.

El inicio del conflicto

La nueva jornada lectiva de los maestros y la obligación desde este curso de que los profesores asuman la guarda y custodia del alumnado antes y después de subir y bajar del transporte escolar ha sido la puntilla, pero el malestar entre el profesorado estaba latente desde hace más de un año por lo que sindicatos y docentes consideran una política de recortes de la Xunta. Pero no fue hasta este curso cuando se plasmaron las principales medidas reivindicativas. Comenzaron en junio del pasado año -cuando se hizo público el aumento de las horas de clase de los profesores de infantil y primaria-, con paros de brazos caídos, encierros de los sindicatos en la Xunta, manifestaciones y reuniones de los claustros, consellos escolares y juntas de personal.

Pero sería el otoño el que llegaba más caliente y con el inicio de este curso se sucedieron multitudinarias manifestaciones y dos huelgas generales en la enseñanza. Un referendo organizado por dos sindicatos en los centros educativos, y nuevos paros de brazos caídos fueron las últimas protestas del primer trimestre de curso.

En la actualidad la supresión de actos festivos, que impliquen salir del recinto escolar o ir más allá del horario lectivo, son las medidas que aún recuerdan la protesta de los profesores.

La actitud de los padres

Entre los padres y madres y las asociaciones que los representan -ANPA- ha habido reacciones distintas, pero impera la comprensión a los profesores. La confederación que engloba a las asociaciones de padres de centros públicos de Galicia (Confapa), critica la protesta, ya que afecta a los escolares fundamentalmente, pero coincide con los docentes en la valoración de los recortes que ha sufrido la educación pública. Otras federaciones, como la de Santiago, se abstienen de hacer valoraciones, al considerar que se trata de una reivindicación del colectivo docente y esperarán al próximo curso, pero coinciden en criticar los recortes y el aumento de la jornada lectiva.

A excepción de casos puntuales, los profesores han sabido reconocer que los alumnos son los principales perjudicados por la supresión de actos lúdicos y los padres, que se trata de una reivindicación legítima de los claustros. De ahí que, salvo que en el inicio del próximo curso aumenten los conflictos con Educación, lo más probable es que todos los padres disfruten la próxima Navidad de los festivales de sus hijos.

análisis

Los consellos escolares son los que aprueban la propuesta de actos lúdicos

La Xunta destaca que muchos centros continúan celebrando actividades