«El hombre tenía que estar en el edificio: no dejó huellas mojadas y estaba lloviendo»

La Voz

GALICIA

23 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La joven Jasmina continuaba ayer dándole vueltas a los tensos e interminables minutos de la retención dentro de una pequeña habitación de su casa, donde se refugió con los cuatro niños para huir de su atacante, al que se encontró encapuchado y con un cuchillo en la mano cuando abrió la puerta de la calle.

Recuerda que el hombre aporreaba tan fuerte la puerta del cuarto en el que se escondieron que «tapaba nuestros gritos de socorro por la ventana». La que más se hizo notar para pedir auxilio fue su pequeña hermana, Paloma, de 10 años, «ya que las otras dos vecinitas no hacían más que llorar, y yo me quedé sin fuerzas y solo pensaba en cuidar de ellas y del bebé», recuerda.

El consuelo a las retenidas les llegó cuando la vecina del quinto piso se asomó a la ventana: «Me preguntó qué nos ocurría. Yo le conté que un hombre con un cuchillo muy grande nos quería hacer daño. Que estábamos encerradas. Y que por favor llamase a la policía», contó ayer la pequeña Paloma.

La joven dice ahora que el hombre más que un cuchillo portaba una especie de machete: «Era grande, pero con una hoja muy ancha», indicó. Y recuerda que el asaltante, además de calzar chanclas de andar por casa, «vestía como una especie de pijama», por lo que sigue creyendo que el hombre tenía que vivir cerca de su casa o en el propio edificio. Lo mismo piensa Sandra, la que fuera esposa del padre de Jasmina: «Estaba lloviendo y ni las niñas ni los policías vieron huellas de zapatos húmedos por la casa». Por ello, la mujer, madre del bebé, cree «que el hombre podría estar en el edificio».