Dos contratos del AVE se cerraron «in extremis» un día después del 20-N

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Alfonso Taboada Rodriguez

Fomento había paralizado su política inversora por las elecciones, pero formalizó dos adjudicaciones por 167 millones tras la victoria de Rajoy

05 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Dos contratos salvados por la campana. El 21 de noviembre del 2011, en plena resaca tras la victoria de Mariano Rajoy, representantes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) formalizaron dos contratos del AVE gallego por valor de 167,5 millones con seis constructoras agrupadas en dos uniones temporales. Se trata de la vía derecha del túnel de O Cañizo (73,5 millones, IVA incluido) y del tramo Lubián-túnel de la Canda (94 millones). Ambos habían sido adjudicados el 28 de octubre del 2011, pero el contrato no había sido formalizado y, sin este requisito, la adjudicación corría el riesgo de quedarse en un limbo legal. La firma sobre los pliegos se estampó in extremis, cuando el Gobierno de Zapatero ya había entrado en funciones.

Entre las constructoras estaba la firma ourensana Copasa, que participa en el 60 % de la UTE del túnel de O Cañizo.

La formalización de estos dos contratos en el último minuto permite que el período de José Blanco al frente de Fomento no sea tan pobre en materia de adjudicaciones en el tramo más complejo del AVE gallego, entre Lubián y Porto, que es el que arrastra más retrasos debido a que se replanteó totalmente a finales del 2008. Si estos contratos no se hubiesen materializado para complicar una eventual marcha atrás por el actual Gobierno de Rajoy, Blanco solo habría adjudicado una obra de las dieciocho en las que se ha dividido este tramo de algo más de 62 kilómetros, el más caro de la alta velocidad española.

En ese caso, los trabajos solo podrían haber empezado en el trazado entre el túnel de la Canda y Vilavella, adjudicado por 51,5 millones. Sin embargo, con los dos contratos firmados justo después de las elecciones, el nuevo equipo de Fomento estará obligado a financiar la primera anualidad de estos trabajos en el 2012, aunque todo es susceptible de negociación con los adjudicatarios si los ajustes son tan duros como se espera.

Balance

Pese a que puede haber tres tajos abiertos este año en la montaña ourensana tras más de diez años de tramitación, el balance de adjudicaciones de José Blanco en Fomento no se puede calificar de positivo, quizás por las reservas que el Ministerio de Hacienda siempre tuvo hacia este proyecto. En total, tan solo están contratados 185,6 millones de los 2.208 que cuesta construir la plataforma en estos 62 kilómetros. Es decir, algo más del 8 %.

Fomento había reducido casi totalmente su política de inversiones durante las elecciones para no condicionar al Gobierno que saliera de las urnas. En las conversaciones previas al 20-N entre Rajoy y Zapatero ya se había sugerido que se paralizaran las licitaciones. Aunque la cúpula de Fomento estaba de acuerdo en evitar nuevos compromisos de gasto, siempre defendió que era preciso adjudicar los contratos que estaban preparados para la apertura de plicas. Este era el caso del macrocontrato de colaboración público-privada para la superestrutura entre Olmedo y Ourense, de 2.332 millones, que el PP se opuso a que se adjudicara.