El BNG se sumó ayer a las reacciones que está provocando el caso de supuesto tráfico de influencias en el Concello de Vigo para plantear la dimisión del denunciado como alcalde pedáneo de Bembrive «se se demostran que son certas as irregularidades», advirtió el portavoz del grupo, Santiago Domínguez.
El PP, por su parte, volvió a insistir ayer en la necesidad de constituir una comisión de investigación municipal, «al tratarse de un tema de suma gravedad». Para el jefe de la oposición, José Manuel Figueroa, de «tener validez documental» los escritos que reflejan conversaciones del denunciado conteniendo supuestos tratos de favor, cobro de comisiones, agilización de trámites urbanísticos o recomendaciones para contrataciones en planes municipales de empleo, «estaríamos ante uno de los mayores escándalos en la historia de la ciudad», recalcó. Figueroa pidió responsabilidades políticas en el Concello, al margen de las que pueda tener que afrontar el denunciado, a tenor de «toda la documentación que circula por la ciudad y que al PP le ha llegado de forma anónima», indicó en referencia a conversaciones y correos que el funcionario mantuvo con terceros y que forman parte de la denuncia.
El PSOE exigió por su parte a Alberto Núñez Feijoo que actúe con la misma rapidez que los socialistas ante casos de supuesta corrupción, recordando que el gobierno municipal vigués abrió un expediente informativo sobre el caso cuando lo vio publicado en La Voz de Galicia.