El boicot de los controladores afecta en un día a tres mil usuarios de 31 vuelos

M. Cheda SANTIAGO/LA VOZ.

GALICIA

El sindicato USCA alerta de más y cada vez peores cierres del cielo gallego provocados por técnicos de Lavacolla

02 dic 2010 . Actualizado a las 11:33 h.

Los cierres parciales del cielo gallego que los controladores adscritos a Lavacolla provocan desde el sábado pasado «obligados» por supuestos excesos horarios que el Gobierno rebate con datos precisos sumieron ayer a la terminal santiaguesa en un caos de magnitudes inéditas hasta ahora. El pulso que, en plena negociación del convenio colectivo, le están echando a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) derivó en la alteración de hasta 31 operaciones que habían sido preparadas para su ejecución entre las nueve de la mañana y las ocho de la tarde. Reparando en el promedio de viajeros por movimiento (104) registrado en Compostela de enero a octubre del 2010, se colige que resultaron afectadas tantas personas como viven en todo el concello de Pontecesures: más de tres mil.

De acuerdo con datos oficiales, los usuarios del recinto hubieron de padecer el desvío de sendos vuelos a Oporto y Vigo, la cancelación de tres más (uno de llegada y el resto de salida) y la reprogramación de otros 26 que terminaron aterrizando o bien despegando con demoras de entre 27 y 229 minutos respecto a lo inicialmente previsto. Además de perjudicar a siete compañías (Ryanair, Air Europa, Spanair, Iberia, Vueling, Air Nostrum y Air Berlin), los problemas se extendieron a otras tantas rutas: Madrid, Alicante, Valencia, Tenerife, Barcelona, Sevilla y Palma de Mallorca.

Directamente, las disfunciones se produjeron al coincidir mermas de hasta un 50% en varios turnos de personal con descansos reglamentarios disfrutados por los técnicos que sí habían acudido a sus puestos. Producto de las incidencias acumuladas durante esas lagunas de inoperatividad (de 10 a 12 horas, de 17.30 a 19 y de 20 a 20.30), en una especie de efecto dominó, decenas de conexiones ajenas a dichos intervalos tuvieron que ser también pospuestas.

El sindicato USCA, cuyos líderes no solo amparan estos paros en la torre y el centro de control de Lavacolla, sino que anuncian más y peores de hoy en adelante, imputaron a Aena la «responsabilidad única de las molestias ocasionadas», por mor de su «decisión de no informar a las empresas de las franjas» sin servicio. El ente público enseguida retiró la pelota de su tejado, a la par que advirtió de que los autores del «boicot» lo pagarán.