Blanco ratifica la hoja de ruta del acceso del AVE a Galicia y enfría el traspaso de la AP-9

GALICIA

Agradece el apoyo de Feijoo a su gestión y expresa su deseo de que «esa actitud no se tambalee demasiado»

04 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Tres meses después de blindar los 4.678 millones de euros necesarios para la llegada del AVE a Galicia, el ministro de Fomento refrendó ayer en el mismo escenario, el compostelano Hostal dos Reis Católicos, el compromiso adquirido en el pacto que rubricó con Feijoo para desarrollar la hoja de ruta y salvar el ferrocarril de la disputa política. José Blanco ratificó que cumplirá un itinerario que obliga a su departamento a licitar antes de que finalice este año obras por 1.316 millones, y 3.362 más en el 2010, pero abundó en que Feijoo debe corresponder a ese pacto de no agresión sobre el AVE. «Sé que el presidente de la Xunta ha manifestado que mi gestión le parece positiva, porque estoy cumpliendo, y que cuando un político cumple hay que ayudarle. Espero que esa actitud no se tambalee demasiado», confió el ministro.

En su comparecencia en un foro organizado por Nueva Economía, Blanco se reafirmó en las distintas fases previstas en el protocolo sellado con la Xunta para que la conexión de Galicia con Madrid por alta velocidad sea una realidad «en torno a finales del 2015». Para ello, repasó el ministro, el eje Ourense-Santiago deberá estar listo en el 2011; y el corredor A Coruña-Vigo, en el 2012. Señaló que en ese año también entrará en servicio el tren eléctrico híbrido que permitirá combinar el ancho de vía ibérico y el de alta velocidad para que ya entonces sea posible viajar en tren a Madrid en cinco horas. Esa tecnología, el modelo S-130 en el que ya trabaja Talgo, será un paso intermedio hasta la plena incorporación del AVE en el 2015, que dejará Madrid a menos de tres horas.

Blanco quiso dar verosimilitud a un nuevo calendario que suscita recelos entre los técnicos por la extraordinaria dificultad del enlace Lubián-Ourense, donde será necesario horadar 53 túneles y levantar una veintena de viaductos. El ministro admitió esa complejidad, pero se mostró convencido de que la tecnología y el uso de tuneladoras evitarán que la meteorología adversa en el abrupto acceso desde el Padornelo sea un obstáculo. «Estoy absolutamente seguro de que podremos cumplir ese objetivo», señaló, en alusión al plazo del 2015. Blanco recurrió a las cifras para subrayar la envergadura de la empresa. Recordó que el acceso de Lubián marcará un hito en la movilización de recursos en un tramo de infraestructuras, con 2.278 millones, casi la mitad de los 4.678 comprometidos para el AVE gallego.

Blanco miró al retrovisor al calcular que la inversión que Fomento ejecutará este año en Galicia equivaldrá a los cuatro de la segunda legislatura de Aznar (2000-2003). El ministerio deberá gastar 1.390 millones para cumplir la previsión.

Ampliación de la autopista

El responsable de Fomento enfrió el debate abierto por la Xunta para la transferencia de la AP-9, sobre la que expresó sus «dudas» por tratarse de un acceso internacional. Frente a esa demanda, asumió la necesidad de ampliar la autopista y priorizar obras «que dan servicio a los ciudadanos». Respecto a la AP-53, indicó que se creará una comisión para estudiar su traspaso. Fomento lo supedita a una fórmula financiera que le permita recuperar los 60 millones de euros que aportó a la construcción del vial Santiago-Dozón.