La A-8 no consigue rebajar el viaje A Coruña-Gijón de las 3 horas y media

J. C.

GALICIA

La ralentización que provocan camiones y obras se agudiza en verano con los atascos en las zonas de playa

17 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

En las mejores condiciones de tráfico posibles, el viaje entre A Coruña y Gijón (289 kilómetros) no puede realizarse todavía en menos de tres horas y media, a pesar de los nuevos tramos en Baamonde y Barres abiertos en los últimos meses. El tiempo empleado en el trayecto puede verse, eso sí, incrementado en función de variables diversas y que van desde la intensidad de las obras, con retenciones en los puntos más calientes, hasta la presencia del tráfico playero que, especialmente en A Mariña lucense, provoca largas colas durante las horas clave de acceso y salida de los arenales.

La situación de la A-8 contrasta con su importancia estratégica, ya que se trata de la conexión de Galicia con el resto de España que soporta una mayor intensidad de tráfico. Durante el año pasado, la A-52 a la altura de A Gudiña registró un volumen medio diario de 10.485 vehículos, en tanto que la A-6 en Pedrafita do Cebreiro acumulaba una media de 9.462. Estos datos son inferiores a los que Tráfico aportaba para el año 2002, cuando ya atravesaban el puente de los Santos, entre Galicia y Asturias, 11.288 vehículos al día. Es decir, en cinco años, las dos autovías de salida de Galicia por el sur no han alcanzado la densidad que ya tenía entonces la maltrecha conexión con el Principado.

En realidad, la transcantábrica debería ser la salida natural por carretera de mercancías desde Galicia hacia el resto de Europa, ya que se trata de una ruta con menos kilómetros, a pesar de la dificultad de su conducción.

Penalización

De hecho, el tráfico pesado es uno de los grandes inconvenientes de la ruta, especialmente ralentizada en los tramos de carretera, con muchas travesías urbanas y segmentos con obras de gran intensidad. De este modo, alcanzar Gijón desde A Coruña le cuesta a un turismo entre 220 y 250 minutos, en tanto que llegar a León, veinte kilómetros más lejos, no supera los 165 minutos. Así, las deficientes condiciones de la conexión entre Galicia y Asturias penalizan la ruta hacia Europa a través de la comunidad de Cantabria y el País Vasco.

El trayecto más accidentado es el que comunica el occidente de Asturias con la localidad de Muros de Nalón, donde los cambios de vía son constantes a causa del desfase en la finalización de los diferentes tramos. En territorio gallego solo hay dos segmentos de autovía en servicio: el que une la A-6, en Baamonde, con Vilalba, y el que comunica Reinante con Ribadeo.

Difíciles adelantamientos

En el resto de Galicia, las obras inciden poco en el recorrido ya que, en su mayor parte, discurren por un nuevo trazado alejado de la actual N-634, aunque el recorrido entre Abadín y Reinante puede convertirse en un fatigoso ejercicio por la escasez de zonas que permitan adelantamientos.

Cuando la transcantábrica esté finalizada, el trayecto desde A Coruña hasta Gijón podrá realizarse en menos de tres horas, una reducción de casi un 25% sobre un viaje que acumule algunas de las actuales complicaciones más frecuentes como una retención por obras o un atasco en las zonas de acceso a las playas. Los fines de semana en A Mariña y las horas punta en los tramos asturianos y el paso por el puente de los Santos son los momentos con más posibilidades de sufrir una retención.