La Dirección General de Ferrocarriles considera que el puente ferroviario aprobado por el Ministerio de Medio Ambiente para el fondo de la ría de Arousa «no es técnicamente viable», por lo que ha promovido una alternativa mucho más económica y modesta que tendrá un mayor impacto sobre una zona próxima a Catoira que está incluida en la Red Natura.
Medio Ambiente había escogido una alternativa con un viaducto que tenía un vano (espacio entre pilares) de un kilómetro de longitud, con el objeto de que los soportes no afectaran al cauce del estuario del Ulla. El puente estaba llamado a ser uno de los más espectaculares de España, pues para conseguir una luz tan amplia se precisaba una estructura colgante o atirantada. Según algunos expertos, podía haberse convertido en el puente con el vano más amplio del mundo en su categoría.
La que iba a ser la construcción emblemática del eje atlántico y del AVE gallego se limitará a un puente ferroviario clásico de celosía metálica similar al que cruza la ría de Pontedeume, con tres vanos centrales de entre 225 y 240 metros de longitud y, por tanto, tres pilares en pleno cauce del estuario. Tendrá una longitud de 1.620 metros y un total de doce vanos.
No obstante, Medio Ambiente considera que la modificación no obliga a que se someta la planificación a una nueva evaluación de impacto ambiental, cuestión que retrasaría la redacción del proyecto, que debería estar lista a mediados del año que viene.
Sin embargo, informes como los aportados por la Dirección General para la Biodiversidad concluyeron que el nuevo puente «puede tener repercusiones significativas sobre el medio natural que no han sido suficientemente consideradas en la documentación aportada».
En el mismo sentido se manifestó la Consellería de Pesca, que informó de la existencia de bancos marisqueros «que pueden verse afectados», por lo que propone diversas medidas correctoras y compensatorias por la eventual mortandad de moluscos durante las obras.