Un centenar de pequeñas playas y calas gallegas carecen de socorristas

D. E. Barros*+Esta información ha sido elaborada con la aportación de Ana Gerpe, Ana Lorenzo, Cristi

GALICIA

Concellos como el de Muxía, con una docena de arenales, no tienen vigilancia debido a la escasez de fondos

12 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

redacción | Un centenar de pequeñas calas y playas repartidas por el litoral de Galicia carecen de vigilancia, pero la situación más preocupante se centra en concellos como el de Muxía, en la Costa da Morte, que con más de una docena de arenales no cuenta con ningún agente de emergencias a pie de arena.

La contratación de socorristas corre a cargo de cada concello, que, en algunos casos, recibe ayuda económica por parte de la Xunta de Galicia por un servicio que es prestado por miembros tanto de Protección Civil de Galicia como de voluntarios de la Cruz Roja.

A pesar de ser el municipio con más arenales de la zona, el alcalde de Muxía, el socialista Félix Porto, asegura que al Ayuntamiento le es imposible mantener un equipo de salvamento. «O orzamento xa estaba feito e non prevía ningunha posibilidade de contratación». En la Costa da Morte hay concellos que cubren todas sus playas, como Carballo, Dumbría o Corcubión, y otros, como Fisterra, que sólo vigilan las más frecuentadas, como Langosteira, desde donde se supervisan otros arenales. Lo mismo ocurre en Cee, con playas con vigilancia deficiente, como Gures, A Concha o Lires. La situación de Camariñas (dos vigilantes) hace que playas como Riera, Trece o Camelle estén desprotegidas. La tónica es similar en los municipios de Malpica, Laxe y Cabana. En todos los casos, sin embargo, hay carteles de aviso de la ausencia de socorristas. Del más de un centenar de playas de la Costa da Morte, más de la mitad no los tienen.

En Arousa, la situación es semejante y hasta un total de 87 arenales no están vigilados. En Barbanza, sólo tres socorristas cubren las 19 zonas de baño de Muros, mientras que en O Son, sólo hay ocho vigilantes para 19 playas.

La zona de A Coruña es la más vigilada de Galicia y la práctica totalidad de los arenales están cubiertos, a excepción de calas como San Roque y O Portiño, o las reservadas para nudistas desde San Amaro hasta la torre de Hércules. En Arteixo, Chamín; y en Sada, Lobos y Arnela, tampoco tienen vigilancia. En la misma circunstancia está la comarca de Ferrol, donde una veintena de calas están desprotegidas, como Chanteiro, O Raso y Seselle (Ares) o Centroña (Pontedeume).

En A Mariña, Rocas Blancas y Os Bloques (Ribadeo); O Cantiño (Burela); Limosa, Rueta (Cervo); Sacido (Viveiro); Caolín, Abrela, Areagrande y Arealonga (O Vicedo) son playas que tampoco supervisa nadie. En Pontevedra, los concellos de Bueu y Poio tienen vigilancia itinerante desde una lancha; y en Vigo hay ocho arenales sin vigilancia (los más conocidos son O Fuchiño, A Callosa y Toralla). En A Guarda, Area Grande, Fedorento y Carrerios; en Nigrán, las playas de Prado, A Madorra y Area Fofa, tampoco tienen socorristas, al igual que los arenales de Concheira, Os Frades y A Barbeira, en Baiona.

En total, Galicia cuenta con 741 socorristas repartidos por el litoral, pero los concellos no tienen medios suficientes para garantizar la vigilancia que sería necesaria. En lo que va de verano han muerto cinco personas, la última, el viernes en Doniños (Ferrol), una playa vigilada.