El objetivo del Compos esta temporada no estaba en la promoción sino en lo que pueda pasar en el futuro. Al final, los presupuestos suelen reflejarse en la clasificación y el equipo está, más a o menos, donde le corresponde. Quizás de haber empezado con Uña y Recoba tuviese algún punto más, pero eso no deja de ser una conjetura.
Entre los entrenadores y el secretario técnico confeccionaron un plantel que mezcló juventud y veteranía y que puede ser una muy buena base para armar el nuevo proyecto.
Quedarse a las puertas de la promoción dejará un regusto amargo, porque es una meta que hace un par de semanas estaba al alcance de la mano y que se escapa con las dos últimas derrotas.
Pero lo más importante es lo que pueda venir en los días próximos, porque el club está en una situación privilegiada para armar el nuevo proyecto conservando lo mucho e interesante que ha ido fraguando a lo largo de este curso.
El Compos tiene una ocasión de oro para ganarle tiempo al tiempo y decidir, sin demora, si vuelve a apostar por un planteamiento austero o bien tiene la opción de hacer un esfuerzo en busca de un salto de calidad. El equipo no necesita mucho para tomar ese impulso.