Un ribeirense en el dragón asiático

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

FUTBOL GALLEGO

MARCOS CREO

Después de toda una vida atado al fútbol, el barbanzano se muda a Changde para abrir una etapa en su carrera

27 mar 2017 . Actualizado a las 08:46 h.

José Mato (Ribeira, 1989) forjó su pasión por el fútbol en el barro de los campos de tierra. A Fieiteira, A Guía, A Tasca y A Trinidade... vieron como aquel centrocampista de buen toque ejercía de entrenador siendo todavía un crío. Con apenas dieciséis años, su salto al banquillo se convirtió en inevitable.

Cuando la mayor parte de los chavales de su quinta aún esperaban ansiosos el domingo para calzarse las botas, él ya dibujaba esquemas en su cabeza, buscando la estrategia perfecta para que su equipo saborease el dulce sabor de la victoria. Oleiros, Ribeira, Sálvora, Noia y Santiago fueron sus banquillos hasta que le vida le dio un auténtico vuelco. Era diciembre del 2016 cuando la Fundación del Atlético de Madrid le facilitó el contacto de una agencia que estaban enviando técnicos a China. «Lo veía muy lejos, pero les remití el currículo de todas formas. Se pusieron en contacto conmigo y cuando escuché su oferta entendí que era un gran salto profesional», asegura con voz tranquila.

Decisión meditada

La decisión definitiva se fue cocinando a fuego lento. Los últimos meses los pasó en el cuerpo técnico del Santiago, hasta que hace unos días toda la burocracia se agilizó: «Estaba llevando a tres equipos, un cadete, un benjamín y un infantil. Entrenaba los cinco días de la semana y sábado y domingo teníamos competición. Mi vida estaba exclusivamente dedicada al fútbol. Ellos estaban haciendo un esfuerzo, pero veía que China me aportaba una inyección económica y mejoraba profesionalmente».

Su destino es la ciudad de Changde, ubicada en la provincia de Hunan: «Queda en el interior de China. Creo que son sobre unos cinco millones de habitantes». Allí hará las veces de profesor de la asignatura de fútbol en el instituto de secundaria Hunan Province Lixian Lanjiang: «Tendremos teoría y práctica. En clase me acompañará un traductor de inglés a chino. También estaré de auxiliar de gimnasia para completar horas y me encargaré de entrenar a los equipos del centro en las ligas escolares».

Una de las peticiones que hizo a la agencia antes de marcharse desde Galicia al gigante asiático fue la de dirigir a un club: «Me comentaron que no había problema, y que todavía no hay nada cerrado, pero me están buscando un conjunto sénior cerca de la ciudad donde voy a residir este tiempo» 

Las metas

José Mato tiene muy claro qué busca: «Mejoro a nivel económico y profesional. Además potenciaré mi inglés e intentaré aprender chino, creo que en un futuro me puede abrir puertas. Por los contactos que fui haciendo con profesionales españoles que están allí, puedes llegar a profesional si eres una persona formada, extranjera y que domina el idioma».

Su primer enlace con la comunidad española en China fue a través de Félix Fernández Cao, preparador físico que trabaja con Manuel Pellegrini en el Hebei. Él se encargó de surtirle de los contactos de otras personas que, a través de la Fundación de La Liga, se encuentran a China: «Me metieron en varios grupos de Wechat y solo gallegos hay más de ciento y pico. Hace un par de días conocí a Nerea, una chica de Boiro que está como profesora de Español en la universidad. El mundo es un pañuelo», afirma entre risas.

No viajará solo para afrontar el reto que se abre en él. A José Mato lo acompañarán las lecciones que aprendió en el banquillo. También las que vivió en sus carnes en los campos de tierra cuando la lluvia caída a borbotones, el suelo se convertía en barro y el balón se transformaba en una mancha en el cielo. ¿Miedo antes de empezar?: «Solo incertidumbre e ilusión».