Las ligas de peñas, en peligro por la obligatoriedad del seguro médico

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez A CORUÑA / LA VOZ

FUTBOL GALLEGO

Fútbol Casi 3.000 jugadores, afectados por la modificación de la Ley del Deporte

23 sep 2016 . Actualizado a las 11:14 h.

Las ligas de fútbol de peñas se encuentran en riesgo de cancelación. Las competiciones, que solo en A Coruña y su ámbito de influencia reúnen a casi 3.000 jugadores (pero que también tienen peso en zonas como Redondela o Bergantiños), se desarrollan al margen de la Federación Gallega de Fútbol y se ven directamente afectadas por una modificación del artículo 22 de la Ley 3/2012, de 2 de abril, del deporte de Galicia.

El artículo que lo sustituye, el 23.1 de la Ley 13/2015, de 24 de diciembre, recoge que «el organizador deberá contemplar necesariamente la asistencia sanitaria de los participantes en el evento, para el supuesto de accidente deportivo, mediante la suscripción del correspondiente seguro». Hasta el momento, la mayoría de estas competiciones se disputaban, como mucho, bajo el paraguas de un seguro de responsabilidad civil.

La consecuencia inmediata de la aplicación de la norma (en vigor desde el 1 de enero) en la organización de las Ligas de Peñas es el incremento de la cuota de inscripción (en algunos casos supone más del doble para rondar los 3.000 euros por equipo y año; en otros pasa de 10 a 80 euros por persona y temporada), inasumible para muchos de los participantes.

Algunas de las competiciones, como la de la Upofu, han decidido suspenderse sine die tras dos jornadas disputadas. Otras ligas, cuyo comienzo está previsto para el 1 de octubre, se encuentran en el aire. 

El presidente de la Asociación de Peñas de A Coruña, José Manuel González, considera que «surge un gasto que no se va a poder soportar, porque estas Ligas son el ámbito de jugadores con pocos recursos o que no pueden competir como federados o no tienen edad para sacar licencia de veteranos». «Si alguien no reacciona y con las alternativas que tenemos, tendremos que suspender la competición», corrobora.

Federico Porto, miembro de la organización de la Liga de la Upofu, advierte sobre una situación parecida. «Tenemos dificultades para obtener precios asumibles en la prima de seguro; muchos jugadores son estudiantes, o parados...», describe. «La norma es una sentencia de muerte al deporte aficionado. No solo desde el punto de vista de los deportistas, sino también desde el de los organizadores, porque asumimos un alto riesgo de sanciones de todo tipo porque no está claro el concepto de organización de un evento deportivo: entra desde una liga, a una pachanga entre dos equipos, o una ruta en bici con los amigos», reflexiona. «Si el espíritu de la Ley era fomentar el deporte, ha logrado lo contrario», concluye.

Algunos clubes de fútbol federados que alquilan su campo a equipos de fútbol de peñas como modo de financiación también se verán afectados.

Los organizadores sopesan varias salidas al problema, que pasan desde asumir el incremento de cuota, cancelar la competición o que cada deportista suscriba un seguro individual (punto sobre el que existen discrepancias jurídicas).

Por ejemplo, esta última solución podría ser la adoptada por la Asociación Galega de Fútbol Gaélico (en proceso de integración en la Federación Gallega de Fútbol), mientras que la Asociación de Fútbol Americano tramitará licencia y seguro por medio de la federación española, aunque a día de hoy carece de cobertura médica.