«El conflicto fue muy desagradable, pero además se magnificó mucho»

Pedro José Barreiros Pereira
pedro barreiros REDACCIÓN / LA VOZ

FUTBOL GALLEGO

Santi M. Amil

El excolegiado toma las riendas de forma provisional de un colectivo herido en el que recuerda que no son importantes los egos personales, sino el plano común

30 nov 2015 . Actualizado a las 10:45 h.

González Vázquez reniega del papel de pacificador. Preocupado por una profesión que se lo ha dado todo, Bernardino González Vázquez (Fráncfort, 1966) aceptó dirigir interinamente el estamento arbitral gallego con la misión de recuperar la unidad y devolver toda la importancia a la base.

-¿Su papel se podría comparar con el de un colegiado?

-Yo no lo definiría así. Hubo un problema puntual, que está en fase de solventarse, por no decir que está ya resuelto, y nada más. No le daría mayor trascendencia. Lo menos importante es quién está al mando de este barco, lo más importante es que los que van en él remen todos en la misma dirección. Independientemente de quién sea el patrón.

-¿Qué análisis hace de lo que sucedió?

-Es difícil hacer una valoración, pero algo se debió hacer mal para llegar a esta situación. No me gusta mirar hacia atrás. Creo que entre todos los que estamos en el colectivo arbitral tenemos que ver qué debemos hacer para que esto funcione como tiene que funcionar. No nos olvidemos que los importantes son los árbitros, los que están cada fin de semana sobre un terreno de juego, que se juegan a veces el físico, y que son deportistas que a final de temporada pueden ascender o descender en base a su labor. Lo importante son estos chavales que están estudiando y entrenándose duramente para desarrollar una labor en pro del fútbol y en pro de ellos mismos como deportistas.

-Fue muy llamativa la desunión de un colectivo tan cohesionado como el suyo.

-Fue una situación muy desagradable, pero de todas formas yo creo que se magnificó mucho. Es incuestionable que alguna discrepancia sí hubo, negarlo sería de necios, pero se magnificó mucho. Ahora hay que tratar de aclararlas. Si todos los que estamos aquí, tratamos de que el gran beneficiado sea el colectivo arbitral gallego, la cosa funcionará. Si anteponemos nuestros intereses personales, el colectivo se resentirá.

-¿Llegó a temer por el futuro del arbitraje gallego?

-Perjudica la inestabilidad y la incertidumbre, pero si todo el mundo tira del carro, la cosa va a ir para delante.

-¿Le gustaría que las partes más enfrentadas pidiesen perdón para tratar de curar así las heridas que haya?

-El que se pudo sentir herido sería bueno que lo dejase un poco en un segundo plano, pero yo creo que en el colectivo arbitral prevalece sobre todo el sentido común, y el sentido del compañerismo está muy marcado. Siempre nos ha ido bien así y nos tiene que seguir dando frutos. Estoy convencido de que los árbitros, que son los verdaderamente importantes en esto, actúan con un sentido de la responsabilidad tremendo. Formamos parte de una gran familia, que es el fútbol, y todos estamos interesados en que esto funcione.

-¿Ha podido hablar con Iglesias Figueroa?

-Sí, he hablado estos días con Fernando y él, igual que los anteriores presidentes, hizo muchísimas cosas buenas. Fernando Iglesias fue un gran presidente en muchos aspectos, Pérez Muiño hizo muchas cosas positivas, y García Cabreros, Carreira Abad y Óscar Medín. Todos estos últimos presidentes hicieron muchísimas cosas muy positivas por el arbitraje. Y estoy seguro de que todos cometieron menos errores de los que yo pueda cometer ahora. Todos intentaron que el arbitraje evolucionase y fuese hacia arriba. Y lo lograron en una gran parte, pero el que toma decisiones es el primero que se puede equivocar.

-¿En qué cree que se equivocó?

-Repito que no me gusta retomar este tema. Lo que ocurrió, ocurrió y nada más. Miremos hacia delante. Es lo importante.