Los árbitros ganan el pulso a Louzán

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa SANTIAGO / LA VOZ

FUTBOL GALLEGO

Louzán en la reunión de hoy
Louzán en la reunión de hoy Álvaro Ballesteros

La dimisión de Iglesias Figueroa da una salida a un conflicto que amenazaba con suspender mil partidos

12 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia tendrá fútbol en todas sus categorías el próximo fin de semana. La dimisión de Fernando Iglesias Figueroa, como presidente del Comité Gallego de Árbitros, y la restitución de Carlos Otero, como responsable de la delegación santiaguesa, sitúan a los árbitros como vencedores del pulso lanzado a la Federación Gallega de Fútbol.

Hace una semana los árbitros de la Delegación de Santiago lanzaron el órdago: o cesaba el presidente del Comité Galego de Árbitros, Fernando Iglesias Figueroa, y era restituido en sus funciones el delegado arbitral de Compostela, Carlos Otero, o dejaban de pitar. Llegó el fin de semana y no comparecieron en los campos de fútbol, aunque sus ausencias fueron cubiertas por compañeros de otras delegaciones. El lunes se sumaron a la rebelión los colectivos de Ferrol, Lugo y A Coruña. Ayer, el presidente de la federación gallega, Rafael Louzán, finalizó la disputa, aunque no anunció quien sustituiría Iglesias Figueroa. Algunas fuentes, indican que podría ser Pedro Barcia.

«Acto de xenerosidade»

Los colegiados, un colectivo que no suele significarse por su actividad reivindicativa, ganaron el órdago. La dimisión de Iglesias Figueroa, que Louzán atribuyó a la «xenerosidade» del protagonista, después de descartar que hubiese sido forzada, allanó el camino y facilitó una salida a un conflicto que llevaba camino de enquistarse. Evitará que este fin de semana alrededor de un millar de partidos pudiera verse en peligro de suspensión.

El presidente se esforzó en significar que detrás de la rebelión abanderada por la delegación compostelana latían tensiones que se habían ido acumulando años atrás. E hizo votos por un giro de ciento ochenta grados, por abrir una etapa con una mejor comunicación y más transparente, por «non perder un minuto en disputas e trifulcas».

Louzán insistió en que la marcha de Fernando Iglesias Figueroa no supone «aceptar chantaxes» sino que fue un acto «de xenerosidade». Y abogó por la unión del colectivo arbitral, al que pertenecen casi un millar de colegiados.

Todavía no se sabe quien será el nuevo presidente del Comité, pero avanzó que el proceso para la elección está regulado por los estatutos, que son anteriores a la llegada de la actual junta directiva e iguales en todas las federaciones.

Preguntado sobre la posibilidad de dar voz a los colegiados en ese proceso, aunque no tengan voto, insistió en que el reglamento no se puede cambiar. Y aprovechó para denunciar que, en las últimas elecciones, los diez representantes del estamento arbitral con derecho a voto en los comicios presidenciales habían sido obligados a mostrar sus sobres antes de las votaciones.

En lo que respecta a la destitución de Carlos Otero, Louzán dio a entender que lo sucedido fue «unha falta de acordo entre o presidente que xa dimitiu e o delegado». También indicó que el talante que había encontrado en el representantes compostelano hace evidente «que se vai producir a restitución».

La comparecencia de Rafael Louzán ante la prensa se produjo pasadas las nueve de la noche, después de hacer un alto en la reunión de la junta directiva.