«Sin el fútbol acabaría alcohólico, drogadicto, preso, o algo así»

Pedro José Barreiros Pereira
p. barreiros VERÍN / LA VOZ

FUTBOL GALLEGO

Santi M. Amil

«No sé cómo no estoy perdido del todo, cómo llegué a este punto», admite Beceiro

18 oct 2015 . Actualizado a las 12:05 h.

Poco después de que Iago Beceiro llegase a Verín, él y Zubiela presenciaron en Balaídos un España-Alemania. «Estaban varios jugadores del Celta, Planas, Sergi Gómez y había alguno más y me fijaba en Iago y él decía: 'Estos tíos ahí y yo aquí'. Ahí lo vi fastidiado», recuerda Zubiela. «Es que yo a esos tíos los quemaba, jugaba contra Sergi Gómez y lo freía a bicicletas, lo reventaba», exclama Beceiro antes de que el presidente del Verín añada: «Me sentí un poco triste, porque lo veía fastidiado, pero estoy convencido de que aún puede llegar». «Yo nunca me imaginé sin el fútbol -insiste el futbolista-. El año pasado estuve a punto de dejarlo cuando estaba sin hacer nada y no veía salida. Pero no me veo sin el fútbol, porque pensaría qué hubiera sido si yo no hubiera intentado jugar y me acabaría pegando un tiro... La verdad no sé cómo no lo hice hasta ahora, cómo no estoy perdido del todo ni cómo llegué a este punto». Y Sergito corrobora: «Sin el fútbol acabaría alcohólico, o drogadicto, o preso, o algo así».

Regreso

«Sé que en A Coruña no puedo estar para jugar. Sé que no puedo estar allí». Al hablar sobre sus recuerdos de A Coruña, a la que apenas ha vuelto cinco días en las Navidades pasadas, Beceiro no tiene dudas: «Sé que en A Coruña no puedo estar para jugar. Sé que no, porque tengo unas relaciones que estoy muy ligado a ellas, a mi barrio y sé que no puedo estar allí. Y no lo quiero volver a intentar, porque no quiero volver a pasar por lo mismo. Por eso quiero estar unos años fuera de allí y cuando realmente tenga la cabeza bien amueblada volver y estar tranquilo», insiste.

Iago Beceiro, con el primer equipo del Dépor en el 2011
Iago Beceiro, con el primer equipo del Dépor en el 2011 CESAR QUIAN

Debut en primera

«Para mí el Dépor son buenos recuerdos, pero también competitividad y ansiedad». El delantero acabó cuarto de la ESO y, reconoce, «ya tenía en la cabeza que iba a ser jugador de fútbol y que iba a ganar un pastón y me quité de estudiar, pero nadie me dijo nada, porque seguía jugando y metiendo goles». En este sentido, echa en falta que el Deportivo no le hubiese atado más en corto. «El 80 % es mi culpa, yo era el que la cagaba, pero desde infantiles o cadetes no tuve un buen comportamiento, y como yo a mis equipos siempre los mantenía arriba, esas cosas se me permitían. Quizá si hubiera tenido un castigo a tiempo... Pero yo ya me perdoné y eso es pasado. Tuve una gran formación en el Deportivo. Estoy muy orgulloso de todos los entrenadores. El jugador que soy ahora es gracias a ellos», señala.

Salida

«En el Zaragoza querían que me quedara, pero tenía que cambiar completamente». Cuando Sergito tuvo la ocasión de dar el salto a profesional con 18 años ya sabía dónde fallaba. «Tenía normas, lo que pasa es que no las cumplía. Bajaba a las 5 de la tarde, me decían que a las 9 en casa, pero volvía a las 3 y porque me traían mis padres. Lo que no quería era estar encerrado, me agobiaba», recuerda antes de hablar de su única etapa fuera de Galicia: «En Zaragoza la residencia estaba pegada a una residencia universitaria y entre las fiestas y las chicas... Me pasaron muchas antes de echarme. Y aún el día que me echaron me reunieron dos directivos y que si me quería quedar, que me quedara, pero que tenía que cambiar completamente mi forma de ser. Les dije que me arrepentía de todo, pero que no iba a cambiar».

Futuro

«Ahora mismo me veo seguro para irme, pero eso se verá en diciembre». Beceiro reconoce que el verano pasado no se veía seguro de marcharse a vivir solo: «Podía haberme ido al Rayo B, pero ahora me doy cuenta de que se me está acabando el tiempo y me veo con la estabilidad mental para vivir solo. Creo que las cosas van a salir bien y lo digo de verdad. Me veo seguro para irme, pero eso se verá en diciembre, dependerá de cómo vaya el equipo y los goles y si hay ofertas». Continúa Sergito: «En diciembre no creo que me marche. Acabo de salir de estar unos días en El Temple y estuve perfecto y no me dio tentación de ir con los amigos. Si me voy otros días, a lo mejor me vuelvo a ver bien y me animo».

¿Aprovecharán entonces esta segunda oportunidad?

-Sergito: ¿La segunda? (se ríe) La cuarta o así mía.

-Beceiro: Para, la novena o la décima ya. Yo ya estoy convencido.