El Ribadumia se queda sin la magia del goleador Manoliño

j.m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

FUTBOL GALLEGO

MARCOS CREO

Los problemas laborales del jugador para compaginar los entrenamientos le obligaron a abandonar el club arousano

04 sep 2015 . Actualizado a las 13:42 h.

Era una de sus grandes ilusiones jugar en Tercera División. Y esta era su oportunidad. Manuel Domínguez Queiruga, Manoliño, fichó este año por el Ribadumia y comenzaba una temporada ilusionante en la que tenía puestas muchas esperanzas. Además contaba con compañeros de viaje a varios vecinos, entre ellos el delantero Changui, el rianxeiro Nando o el boirense Llon. Pero los compromisos laborales no le han permitido seguir su progresión en el mundo del fútbol, por el momento, según apunta, porque «non podía acudir a todos os adestramentos».

El joven sonense, de 25 años, deseaba jugar este año en una categoría nacional después de la llamada del conjunto del otro lado de la ría. Era el salto que esperaba con la finalidad de seguir avanzando en su carrera deportiva y demostrar su valía en una competición tan importante como la Tercera División.

Rescisión de contrato

Comenzó la pretemporada a tope y pensando en poder disfrutar jugando al fútbol. Sin embargo, sus obligaciones laborales comenzaron a pasarle factura. Según apunta, «nas últimas semanas o traballo impedíame adestrar con normalidade e non podía acudir todos os días. A directiva falou comigo e acordamos deixalo polo ben das dúas partes».

A pesar de este contratiempo, el deportista se mostró muy contento con su estancia en el conjunto arousano pues, «foi unha experiencia moi bonita. Estiven moi ben e tratáronme de marabilla, tanto a directiva coma todos os técnicos e os compañeiros», subraya.

La llegada a Ribadumia «foi moi boa pois comecei xogando bastante pero ao non poder asistir a todos os adestramentos fun perdendo peso no equipo ata que decidimos acabar coa relación». Puso fin a una aventura con la que había soñado aunque reconoce que todavía es joven y espera jugar entre los grandes del fútbol gallego.

A pesar de este contratiempo, Manoliño es optimista y está convencido de que los terrenos de juego volverán a ser su lugar habitual los domingos. Y es que uno de los mejores goleadores de la comarca no puede pasar un año en blanco. Aunque se fue esta misma semana de su anterior club, ya hay muchas novias llamando a su puerta.

Varias ofertas

El delantero se lo toma con calma y no quiere precipitarse. Tiene varias ofertas encima de la mesa y aunque sus obligaciones laborales son un pequeño escollo comenta que dentro de un mes ya podrá acudir a los entrenamientos con normalidad al cambiar su situación en la empresa en la que presta sus servicios.

A pesar de estar reciente su desvinculación con el conjunto arousano, el goleador ya dispone de algunas propuestas. Comenta que no tiene prisa y aunque la mayoría de los clubes cuentan con los planteles cerrados, «tiven varias chamadas». Verá todas las opciones y algún equipo de Preferente ya quiere ficharlo. El inconveniente es que alguno es de la zona de Santiago y le queda un poco lejos para acudir a los entrenamientos todos los días. Aún así, por su calidad y su olfato ante la portería rival, el joven no tendrá problemas para seguir jugando.

La vida deportiva de Manoliño está ligada al Ribeira, a pesar de que es natural de Porto do Son, donde jugó desde categorías inferiores, excepto su primer año en sénior, que estuvo enrolado en el equipo de su localidad, el Xuño.

Fue uno de los artífices del ascenso a Preferente del Atlético en el que hace dos años se destapó como goleador y llamó la atención de los ojeadores al marcar 23 tantos y ser el máximo anotador de la categoría. La temporada pasada comenzó en el Ribeira pero en Navidades abandonó el club por problemas con la directiva. Antes había anotado siete goles. El Unión fue su destino y en Rianxo dejó constancia de su olfato con otros seis. A pesar de este paréntesis, seguro que volverá a pronto a las canchas.