La gallega Mary Paz, máxima anotadora de Primera División con trece dianas, no cuenta para la selección española a pesar de estar en uno de los mejores momentos de su carrera profesional
05 feb 2015 . Actualizado a las 08:09 h.Mary Paz Vilas Dono (Bamio, Vilagarcía de Arousa; 1988) roza con la punta de los dedos la felicidad. El domingo cumplió 27 años y lo celebró como más le gusta. Jugando al fútbol con su equipo, el Valencia, ganando el partido y marcando el gol que abría la remontada.
Un tanto que además le sirve para empatar con Adriana Martín al frente de la tabla de goleadoras de Primera División. Su único regusto amargo se lo deja el pensamiento de saber que ser la mejor delantera del fútbol español no es suficiente como para ser convocada por la selección, que este verano tendrá una cita histórica en su primer Mundial.
«Me lo pregunta mucha gente y yo ya no sé qué responder. Quizás sería mejor preguntárselo a él (Ignacio Quereda, el míster del combinado nacional). Supongo que será porque yo no le doy lo que busca en una delantera o porque tiene otras de mayor confianza. Para mí sería un sueño e iría encantadísima con ellos...», asegura.
«Jugar un Mundial sería algo espectacular. Pero si soy realista, aunque dicen que la esperanza es lo último que se pierde, yo ya he perdido casi la confianza en poder ir. Si no voy siendo pichichi y estando en un buen momento de forma, porque no todo son goles, ¡cuándo voy a ir!», lamenta la arousana, que está en plena racha.
Mary Paz está feliz en el Valencia, en donde se encuentra muy a gusto. «Para mí fue un gran cambio. Llevaba cinco años instalada en Barcelona y arriesgué mucho viniendo a un equipo que el año anterior estaba luchando por la permanencia. Pero me gustó mucho su proyecto, sabía que iban a montar un equipo para estar de la mitad para arriba y al final esta temporada nos van muy bien las cosas (son terceras)», relata la futbolista gallega.
«Dicen que el que no arriesga no gana y yo gané», apunta. «El Valencia es el equipo, de todos los que he estado, que más nos integra en su estructura profesional. Utilizamos las mismas instalaciones, el mismo servicio médico, la fisioterapia...», añade.
Además, esta temporada se ha reencontrado con el exguardameta del Celta de Vigo Yoel, un viejo conocido de Galicia. «Fue una sorpresa. No me lo esperaba que fichase aquí. Nos llevamos muy bien. Recuerdo que le marqué un gol en Liga Gallega infantil, cuando yo estaba en el Arousa y él en el Celta», bromea Mary Paz.
El gol en las venas
Mary Paz lleva el gol en la sangre. Ha perdido la cuenta de todos los que ha marcado en su carrera profesional. Ronda los 120 desde que aterrizó en Primera División hace nueve años, cuando contaba con 18. Brilló en el Levante y en el Barcelona, ganando títulos, pero fue el Espanyol la que relanzó su carrera. «Ahí alcancé mi mejor nivel y desde entonces creo que me mantengo en mi mejor forma. La experiencia es un grado. He aprendido muchas gracias y creo que he mejorado como futbolista», reconoce.
La delantera gallega tiene ante sí el reto de ser pichichi por primera vez en su carrera, después de muchos años acabando siempre entre las mejores. «El primer año del Espanyol, marqué 30 en Liga y Sonia Bermúdez 31 con el Barça. Si contáramos los de la Copa de la Reina (hizo seis más) la superaría... Pero en Liga no. Nunca he podido ser la máxima goleadora», lamenta. Este año lleva trece.
Es la desheredada reina del gol.
El primer año con el Espanyol logró treinta aciertos en el campeonato de la regularidad