Raphael: «Yo ya era indie antes de que el indie existiera»

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Ha recargado pilas con la edición de «Infinitos bailes», viene con aires de festival y se reivindica como un caso único. Vuelve a Galicia el próximo mes y los llenos están cantados

31 mar 2017 . Actualizado a las 15:40 h.

La última vez que estuvo en Galicia venía en el formato excepcional de un concierto sinfónico. Ahora lo hace presentando Infinitos bailes (2016), el disco en el que interpreta temas que para él han escrito artistas como Iván Ferreiro, Bunbury, Vega, Mikel Izal o Manu Carrasco. «Estos conciertos serán más roqueros» advierte. El 28 de abril estará en Vigo (Auditorio do Mar) y el 29, en A Coruña (Palacio de la Ópera). Entradas desde 35 euros.

-¿Podemos decir que llega en modo Raphael roquero?

-No, son temas roqueros de la manera que yo lo entiendo. Pero, aparte de las canciones nuevas, obviamente yo cantaré todas las canciones que el público quiere que cante. Las joyas de la corona no pueden faltar.

-Se ha hablado mucho de su participación en el Sonorama. En el disco se ve algo de ese sonido «indie» de festival. ¿Quiere reflejarlo?

-Sí, se ve el sonido de los grupos que tocan en festivales, pero ese sonido yo lo vengo haciendo desde que empecé. No hay cosa que yo haga que se haya inventado después. Todo eso lo he hecho yo hace mucho tiempo. Hasta desembocar en Escándalo yo he hecho mucho de ese género. Yo canto esa clase de música desde 1964.

-¿Su personalidad casa con ello?

-Sí, casó desde el principio. Todo lo que me hace Bunbury, en realidad, son canciones como las que me hacían antes también.

-Habla de él como un hermano.

-Sí, le quiero mucho, lo admiro mucho y me parece un chaval estupendo. Es una gran estrella.

-Él rompía esquemas en su momento cuando con Héroes del Silencio decía que su principal influencia era usted.

-Es que Enrique me está viendo en el Teatro Principal de Zaragoza desde que tenía cuatro años. Él conoce muy bien mi forma, mis maneras. Ha escrito para esa forma y esas maneras.

-¿Sintieron una conexión inmediata al conocerse?

-Sí, tenemos una conexión fluida.

-En el disco hay una canción que inquieta un poco: «La última ovación». ¿Sugiere una especie de despedida?

-No, para nada. Sugiere un agradecimiento a la compañera de mi vida, que es mi mujer. Escúchala con atención y lo verás. Está dedicada a ella.

-Pues parecía indicar una posible despedida de los escenarios.

-No, el día que lo haga me tendré que ir. Pero no ahora.

-¿Está muy lejano ese día?

-Está lejano, sí.

-Debe de ser el artista español que más colabora con otros. ¿Por qué?

-Porque me encanta estar siempre con la gente joven, con la gente que me enseña. Yo les enseño a ellos y ellos a mí. Me gusta que gente de ahora componga para mí y comprobar que caen más o menos en las mismas cosas que se caía en décadas pasadas. Eso quiere decir que mi camino ha sido el correcto siempre.

-¿Chocan mucho los egos?

-No, yo eso no lo conozco.

-¿Se siente ahora en una cúspide de su carrera?

-No, yo soy una persona que se despierta todos los días pensando en que tiene mucho que aprender. Así las cosas marchan mejor.

-¿No tiene a veces la sensación de que cualquier tiempo pasado fue mejor?

-No, para nada. Nunca miro al pasado. No me interesa nada eso.

-Hace un año entrevistamos a Concha Velasco en La Voz. Nos dio este titular: «Mi vida está en el camerino». ¿Podría decirlo usted?

-¡Oh, Concha, maravillosa! No, yo diría que mi vida está en el escenario. El camerino es como si fuera mi casa. Esa vida privada y personal. Luego está la vida pública y la de la gente.

-¿Es muy diferente una de otra?

-No, en el escenario voy de negro. El resto es todo igual.

-¿A qué artista quería parecerse de niño?

-A ninguno, siempre he querido ser yo. ¡Qué manía esa de que tienes que parecerte a alguien! Esa es una cosa muy de casa discográfica. Te dicen que mires a otro artista y que te fijes en lo que hace para hacerlo igual. Pero conmigo eso no funcionaba, porque yo siempre he querido ser yo, no ser otro.

-¿Singular desde la niñez?

-Totalmente.

-¿Ese deseo le ha traído problemas con la industria?

-Sí, me querían imponer cosas porque decían que era lo que se llevaba. Pero yo les decía: «Yo no, hazlo tú si quieres o impónselo a otro». Y me decían que yo lo haría mejor. Siempre replicaba: «Tú déjame a mí, que yo sé».

-De ahí eso que dicen algunos de que usted es el primer «indie».

-Bueno, es que indie es independiente y yo ya era indie antes de que el indie existiera [risas]. Eso es desde que nací.