El amor que vuelve a hacer reír

Cláudia Morán

FUGAS

La historia del tierno Gus (Paul Rust) y la alocada Mickey (Gillian Jacobs) inyecta a «Love» realidad y diversión

10 mar 2017 . Actualizado a las 06:00 h.

La comedia romántica no atraviesa por su mejor momento. Al menos, eso es lo que se pone de manifiesto últimamente con las series, entre las que triunfan las históricas y fantásticas, como Juego de tronos o The Walking Dead, o las dramáticas y realistas, como Homeland y Narcos. Love es la única que marca la diferencia. La serie de Netflix que demuestra que el amor sigue despertando interés estrena hoy su segunda temporada en la exitosa plataforma.

Love se estrenó el 14 de febrero del año pasado con el planteamiento de una relación amorosa más real de lo que las series y películas nos tienen acostumbrados. La historia del tierno Gus (Paul Rust) y la alocada Mickey (Gillian Jacobs), que se conocieron por casualidad y se fueron enamorando casi sin querer, resta romanticismo e inyecta realidad desde un punto de vista divertido. Los jóvenes protagonistas se ríen, hacen tonterías, se meten en líos, salen de fiesta... Pero también discuten y se encuentran defectos mutuamente.

En esta nueva temporada, los protagonistas se presentan ya como una pareja consolidada, pero eso no les garantizará que vayan a mantenerse juntos. Como en todas las relaciones, habrá obstáculos, crisis, terceras personas y otros factores externos. Pero Mickey y Gus siempre manejan su relación dentro de un trasfondo sano en el que no faltan las risas sin enlatar. Porque en el amor hace falta reírse.